Por Andrés Chaves
1.- Resulta que, según un periódico local, yo no estoy entre los más influyentes de Canarias. Juro que este año la voy a armar para conseguirlo. No quiero irme al otro barrio sin joder un poco más y sin dar la nota, en cualquier sentido, para que me hagan popular, que eso me hace mucha ilusión. En esa lista publicada veo a mucho enchufado, otros no, pero desde luego no les voy a dar el gusto de personalizar. En ese mismo periódico yo me inventé una vez el acto de los "Famosos", que era la entrega de un diploma a personas que destacaban en cualquier ámbito. Hasta que me di cuenta de que quienes destacaban en todos los ámbitos eran siempre los mismos. Además, el que fuera presidente de su consejo de administración dio la nota en el discurso de la entrega de esos premios y aquello acabó como el rosario de la aurora. Así que no seguí cazando famosos, sino que me recluí en mis cuarteles de invierno hasta que me echaron de allí como agua sucia. Y eso que era miembro del consejo de administración. Firmé más pólizas y letras de pelota que un tonto.
2.- Pero yo quiero ser famoso. Es un deseo largamente acariciado, desde mi más tierna juventud. Quiero tener un yate como los famosos más famosos; quiero que las mujeres se desvanezcan a mi paso; quiero que los restaurantes se paren cuando entre; quiero recuperar mi glamour; quiero ser rico, mujeriego, contradictorio, brillante. Quiero ser, por ejemplo, como Juanito Cruz . Yo sé que no puedo influir en las votaciones del jurado, en las puntuaciones de mis compañeros de profesión (todos tan brillantes) y en otros baremos -todos ellos muy justos- que se emplean para elegir a los más famosos, generosos e influyentes personajes de esta tierra. Pero, al menos, he de intentarlo.
3.- Quiero que mi columna se pague al doble, que mi fama se extienda por todo el país; quiero ser el más leído, el más celebrado, el más criticado, el más insultado, el más aclamado, el más controversial, como dicen en Latinoamérica. Quiero ser cronista social, como lo fueron Pablito Álvarez de Cañas en el Diario de la Marina de La Habana, y Abelardo Raily y Omar Lares en la prensa de Caracas. Quiero ser como Larry King , pretendo alcanzar al tan simpático Gabilondo , glosado y bien glosado por los hermanos Martín Carmelo . Quiero ser el rey de todo esto, a cualquier costo. Quiero encabezar esa lista el año que viene. Y la voy a armar.