- El macroproyecto de Yudaya en Playa Blanca incluye un Resort de 720 habitaciones y un centro comercial con 100.000 metros cuadrados construidos, que tiene previsto desarrollarse en los próximos 3 años
- Dos proyectos de Yudaya para crear nuevas playas artificiales en Costa Teguise y Playa Blanca se suman a la presión creciente de ocupación privada de la costa que se está empezando a experimentar en la Isla
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Yaiza, Ángel Domínguez, confirmó días atrás en Crónicas Radio-COPE Lanzarote que la empresa Yudaya había comenzado la construcción de un hotel en Playa Blanca que negoció con el que fuera el más polémico consejero de Política Territorial que ha tenido el Cabildo, responsable de los Centros Turísticos y secretario general del PSOE en la época en la que, como dejó escrito su asesor Mario Alberto Perdomo, manejaba los resortes del poder, Carlos Espino. A partir de aquella confirmación saltó la voz de alarma en muchas mentes y en la prensa local se interesaron por un asunto que parecía aparcado y olvidado en el tiempo. De hecho, el nombre de Yudaya sonó y sonó durante la década pasada porque fue la única empresa que consiguió un acuerdo en forma de convenio con la Primera Corporación insular en una época en la que lo único que se hizo con el resto de promotores hoteleros fue acabar en los tribunales de justicia. Desde 1998 hasta el presente, después de que se pagara a un solo abogado, Agustín Domingo Acosta, cantidades en torno a 600.000 euros en concepto de minutas por realizar los mismos pleitos contra diferentes propietarios de parcelas hoteleras u hoteles construidos o por construir, ni un solo hotel de los que en teoría tenían sentencia contraria se ha derribado y no ha pasado nada de lo que se suponía que iba a pasar. Lo que sí que va a suceder es que Hermanos Domínguez, uno de los grupos empresariales más potentes de Canarias, han iniciado su proyecto y tienen intención de crear uno de los hoteles más grandes de la zona en una enorme parcela que tiene unas inmejorables vistas al mar y a Fuerteventura, en primerísima línea de playa, amén del centro comercial que se puede construir al lado precisamente por el convenio que firmaron con Carlos Espino y que sirvió para cambiarle el uso a la ya famosa parcela, que ha permanecido aislada y olvidada durante lustros. Lo curioso del caso, la puntada con hilo de esta historia, es que por aquel entonces los hermanos Domínguez eran propietarios de Canal 9 Las Arenas, lo que hoy en día se explota en Lanzarote bajo la marca Biosfera, televisión local dirigida por Salvador Hernández en la que participa desde hace años en sus tertulias el propio Carlos Espino.
"Ahora están procediendo al desmonte de la parcela porque en su día se comenzó a hacer un hotel pero se dejó solo un zoco con una infraestructura. Se ve que el proyecto lo han cambiado totalmente y ahora creemos que la empresa comenzará a construir el hotel, que lleva un centro comercial al lado. Es una importante obra que va a permitir eliminar el impacto visual de esa parcela y mejorará la economía del municipio", ha destacado Domínguez en el programa 'A buena hora'.
Dimes y diretes sobre el convenio Yudaya
El ex consejero de Política Territorial Carlos Espino ha venido defendiendo a lo largo de estos años el convenio entre el Cabildo de Lanzarote y Yudaya alegando que contó con el visto bueno de la Oficina del Plan Insular, que fue convalidado por los tribunales e incluso consentido por el ex asesor legal del Ayuntamiento de Yaiza Felipe Fernández Camero, un hombre que siempre estuvo en el punto de mira del PSOE.
Espino compareció en su día a iniciativa propia para hablar sobre el desistimiento de procedimientos judiciales y en concreto del sonado caso urbanístico Yudaya. Admitió ser el “autor intelectual” del convenio que finalmente firmó la entonces presidenta del Cabildo, Inés Rojas, y que a su modo de ver era muy beneficioso para la Isla porque se desclasificaban camas a cambio de permitir la construcción de un centro comercial.
“La presidenta lo firmó no tanto por lealtad sino por convencimiento”, aseguró el político socialista, quien sostuvo una y otra vez que la iniciativa de legalizar el acto la tomó el promotor del proyecto cuando se acercó al Cabildo y propuso buscar una salida para no quedarse al margen de la ley. Espino respondió a las críticas de la oposición recordando que durante el mandato anterior al suyo el Cabildo no desistió de un procedimiento sino de tres, que en total suman 2.386 camas turísticas. Estos eran Cortijo Viejo (600 plazas), Puerto Calero (850 plazas) y Yudaya (936 plazas). “Cortijo Viejo y Puerto Calero fueron firmados por Mario Pérez como presidente accidental y se refieren a 1.450 camas construidas”, remarcó entonces para echar balones fuera hacia un dirigente de Coalición Canaria (CC).
Según expuso Espino en aquel entonces, la principal diferencia de los procedimientos firmados por Mario Pérez con respecto al convenio Yudaya radicaba en que este proyecto no estaba construido y que el Cabildo desistió del procedimiento judicial a cambio de contraprestaciones. El hotel que pretendía levantar Yudaya en Playa Blanca era de 992 camas pero si bien no lo hizo en virtud al acuerdo firmado en 2006, desde el 1 de enero de 2011 puede construir un hotel de 826 camas y el centro comercial, que va a estar situado justo enfrente de otro centro comercial, el del puerto deportivo Marina Rubicón.
Yudaya proyecta el resort más grande de Lanzarote en Playa Blanca
International Hospitality Projects ha sido el adjudicatario del concurso internacional convocado por Yudaya, cabecera del grupo empresarial Hermanos Domínguez (Grupo HD) para el diseño y construcción de un hotel de lujo y centro comercial en las proximidades del puerto deportivo Marina Rubicón, en Playa Blanca, y que será operado por Barceló H&R bajo el nombre Barceló Costa Papagayo.
La multinacional explicaba ya en 2018 que Yudaya proyectaba así el resort más grande de Lanzarote en Playa Blanca. La mercantil alega que IHP desarrollará todos los servicios de arquitectura, ingeniería e interiorismo necesarios y la gestión integral de proyecto y obras (project management) para llevar a cabo el proyecto hotelero y comercial hasta su completa ejecución, legalización y puesta en marcha.
Se trata de un proyecto singular que recoge la tradición arquitectónica de Lanzarote y que incluye un Resort de 720 habitaciones y un centro comercial con 100.000 metros cuadrados construidos y 92 millones euros de inversión, que tiene previsto desarrollarse en los próximos 3 años, según reza en la información oficial de la propia compañía.
El resort dispondrá de 13 diferentes ofertas de F&B, un centro de convenciones de 2.000 metros cuadrados, un teatro de animación de 2.000 metros cuadrados, discoteca, spa y casi 10.000 metros cuadrados de agua repartido en diferentes piscinas, entre ellas la más grande de Lanzarote. Además, dispondrá de una zona premium exclusiva de 130 habitaciones con servicios de la gama más alta.
De esta manera, este proyecto de Yudaya en Playa Blanca y otro de la misma mercantil en Costa Teguise para crear nuevas playas artificiales se suman a la presión creciente de ocupación privada de la costa que se está empezando a experimentar en la Isla y que ha despertado no pocos recelos.
Yudaya solicitó en 2018 a Medio Ambiente 60.000 metros de dominio público para explotar la playa de Los Charcos
La empresa Yudaya solicitó en abril de 2018 al Ministerio de Medio Ambiente la concesión de más de 60.000 metros cuadrados de dominio público marítimo terrestre para explotar una playa artificial junto al hotel de su propiedad, el HD Beach Resort, en Costa Teguise, próximo al Hotel Salinas.
Se trata de la Playa de Los Charcos, cuya concesión se concedió por primera vez en 1988 y finalizó el pasado mes de octubre de 2017. El proyecto básico se somete a información pública durante veinte días en la Demarcación de Costas de Canarias para hacer las alegaciones oportunas. La concesión se pide para un plazo de 50 años.
La empresa pretende llevar a cabo diversas actuaciones, como la ampliación del ancho de playa seca, un dragado, el refuerzo de la escollera, la construcción de otro espigón, la colocación de hamacas, sombrillas y dos kioskos, para bar y almacén, así como una zona de servicios náuticos y la mejora de la accesibilidad.
El proyecto refleja una inversión de 1,4 millones de los que la mayoría, casi un millón, irá a parar a movimiento de tierras. En el proyecto, que tardaría siete meses en ejecutarse, se considera que no es necesario un estudio de impacto ambiental.
La playa de Los Charcos es una playa artificial entre dos espigones. Según el proyecto, "presenta una función muy limitada como zona de solarium" y la playa seca "prácticamente desaparece en su zona media en nivel de pleamar".
"En cuanto a su uso como zona de baño, se encuentra también limitada debido a la presencia de la laja rocosa y pedruscos que aparecen en algunos de los sectores de la zona intermareal, dificultando el acceso al agua, de los bañistas. Se producen en la playa pérdidas irrecuperables de arena debido a los temporales", dice el proyecto presentado.
La empresa pretende aportar casi 19.000 metros cúbicos de arena para ampliar el ancho de la playa en unos treinta metros, así como dragara medio metro "por debajo de la cota del perfil de equilibrio de la playa con la intención de homogeneizar el fondo sustituyendo el volumen de roca dragado por arena de las mismas características que la utilizada en la ampliación del ancho de playa seca".
Según el proyecto, se instalarán 50 sombrillas y 100 hamacas en la parte central de la playa, dos kioscos desmontables y tres plataformas flotantes de sobre las que se expondrán las tablas de surf, kayaks e hidropedales para alquilar.
