viernes. 19.04.2024

Nos pueden llamar ingenuos, tal vez estúpidos, pero lo cierto es que de vez en cuando nos las cuelan dobladas. Tenemos tanta confianza en la regeneración del ser humano, que pecamos de inocentes. Es lo que nos pasa con Alí, que siempre nos vienen con los mismos cuentos y no sabemos por qué razón terminamos por hacerle caso. Alí, que es un fundamentalista de la mentira, lleva unos días volviendo a malvender a los de su propia especie. Menos mal que el Vinagre, el Cojitranco, el Perurena y la Babosa no se creen ya nada de lo que dice. Por eso no se llevarán sorpresas, como sí que nos las llevamos nosotros. Ya no serán vendidos al mejor postor, o sí. Por cierto, y sin que tenga absolutamente nada que ver con lo anterior, aunque también habla de políticos, que algunos curiosos vecinos nos insisten en lo frecuente de los encuentros entre Juan Carlos Becerra y Alejandro Díaz. El último este miércoles en la cafetería Rafael de Arrecife. Nosotros insistimos en que Don Alejandro parece tener claro que va a abandonar la política una vez que deje el Partido Popular (PP), a pesar de que ya anticipáramos ayer que tiene ofertas muy interesantes, alguna, por qué no, hecha por el propio Becerra. Septiembre promete algunas emociones.

Y ALÍ, CON LO DE SIEMPRE A CUESTAS
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