Por Miguel Ángel de León
En tiempos de las primeras cruzadas se recomendaba a los combatientes cristianos que eran mordidos por alguna serpiente o cualquier otro animal ponzoñoso copular ("conejar", por decirlo en cristiano conejero) de inmediato y sin pérdida de tiempo con una joven virgen para eliminar el veneno. El problema -hoy como ayer, ayer como hoy- era encontrar a la virgen, claro... y que, una vez hallada la rara joya, ésta aceptara o aceptase de buena gana la solución de urgencia.
Todo esto se prestaba a mucha picaresca, claro, como es fácil suponer a bote pronto. Imaginen ustedes al típico individuo listillo de mediana edad de la Edad Media -valga la redundancia- que llevaba años detrás de la doncella de turno y que recurre a la treta fácil:
-Chacha, que me ha picado una cascabel. ¿No tendrás un ratito para curar el veneno con el método habitual que recomiendan las autoridades sanitarias?
-A mí plin, yo duermo en pikolín. Será tolete...
OTRA FE QUE NO PROFESO
No creo en la promoción turística institucionalizada. Soy un agnóstico de los "stands", como dicen los papanatas que van de políglotas y no dominan su propio y riquísimo idioma. Ninguna promoción, ningún fitur, ninguna feria de Londres ha traído a Lanzarote a ningún turista jamás. A ninguno. Ellos vienen, cuando vienen, atraídos por el ahora denostado sol y playa (y los volcanes, en el caso de Lanzarote) y el boba a boca de sus paisanos. Si la isla dependiera de los turistas captados en esas ferias u orgías promocionales, que acaban siempre con el orgasmo del derroche del dinero público, aquí no viviría del sector ni dios. Pero hay que continuar con el paripé, que les sirve a muchos para darse la vida padre. Que siga el espectáculo, pues. Adán, colócate otra vez el cachorro, que hay muchas vidas y familias que dependen de ese gesto tan campechano.
NUEVOS TIEMPOS; NUEVAS FRASES HECHAS
Me lo asegura una "sufrida" funcionaria de la primera corporación pública insular: en Lanzarote los muchachos ya no recurren a la sobadísima frase hecha para enamorar (como se decía antes de inventarse la horrible bobada de "ligar"). Ahora en esta pobre islita rica sin gobierno conocido se ha cambiado la típica pregunta del "¿estudias o trabajas?" por esta otra algo más ingeniosa y ajustada a la realidad: "¿Trabajas o estás en el Cabildo?".
NO CORRAN, QUE ES PEOR
Por enésima vez, me cumple agradecerle al presidente del Instituto de Cultura de la Fundación Maphre, don Juan Fernández-Layos Rubio, su atenta invitación a la inauguración de la exposición (con perdón por la triple rima) "Gustave Moreau, Sueños de Oriente", que tuvo lugar el pasado martes, 7 de noviembre del año en curso, en la Sala de Exposiciones de la Avenida General Perón, 40, en Madrid. Lástima que Correos, siempre tan diligente, me entregara la carta que contenía la invitación de marras ayer, miércoles, día 8 de los corrientes. Y, claro, el otro decía que lo que no puede ser no puede ser, y además acostumbra a ser imposible. Pero como lo que cuenta es la intención (la del señor Layos-Rubio, se sobreentiende, no la de Correos), se agradece igualmente el detalle. Con tantas prisas, en Correos acabarán perdiendo todos los puntos del carnet de conducir, si lo tuvieran o tuviesen. Esas urgencias no pueden ser buenas para la salud de la persona humana, como dijo el redundante. ([email protected]).
