Fotos: Anabel Navarro
Desde que comenzaron las obras de ampliación en el centro de salud de Playa Blanca el pasado mes de diciembre, el polvo y el ruido se han convertido en parte de un molesto escenario. Tanto los trabajadores como los usuarios del centro están hartos de la situación, aseguran que “así no hay quien trabaje” y comprenden que algunos médicos se nieguen a pasar consulta. Por este motivo, un grupo de vecinos de la localidad sureña decidió esperar este miércoles a las puertas del consultorio a la consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Mercedes Roldós, que viajó hasta allí para conocer el transcurso y estado de los trabajos de ampliación y mejora. “Queremos el traslado de los servicios sanitarios hasta que se terminen las obras y pedimos unos servicios humanos, no tercermundistas”. El mensaje de los que hasta allí se desplazaron fue claro y tajante porque, según explicaron para Crónicas, “no tenemos nada y no entendemos nada”.
Reivindicaciones vecinales
Antes de que la consejera iniciara su visita dentro del Centro de Salud, los vecinos que aguardaban a la puerta le enumeraron sus demandas: “el servicio de 24 horas de urgencias, que se trasladen los servicios médicos a otro centro hasta que éste esté listo, una ambulancia medicalizada y la contratación de otro pediatra más”. Aseguraron que “apoyamos totalmente a los médicos que, desde el martes por la tarde, han decidido atender sólo las urgencias y no en consulta hasta que no cambie la situación”, como explicó uno de los presentes para este periódico. Creen que es injusto “que los servicios y personal sean tan escasos cuando aquí la población va en aumento” y no entienden, según las palabras de otra sureña, “por qué no se han habilitado otras instalaciones hasta que el centro esté ampliado cuando el Ayuntamiento estaba dispuesto a ceder el terreno de la antigua estación de guaguas”.
La consejera les escuchó y aseguró comprenderles aunque aseguró que “nos preocupa su situación y de hecho Playa Blanca es una de nuestras prioridades, pero tengo que atender a toda Canarias y tenemos nuestros límites”. Roldós les dijo que “para poder habilitar otras instalaciones se necesita disponer del terreno y otra serie de requisitos técnicos”. Además, recordó que “no se ha hecho en los terrenos que el Ayuntamiento cedía porque requerían una inversión de 120.000 euros, un plazo de ejecución de dos años e iban a ser cedidos, por que lo que no merecía la pena”. “La mejor opción es esta, y me baso en estudios, informes y con conocimiento de causa”, matizó.
“¿Acaso importa más el dinero que la salud de la gente?”, preguntaba un usuario del centro a la consejera. La respuesta y el mensaje de ésta se resumió en un “nos importa Playa Blanca, nos importa todo el sistema sanitario canario y estamos esforzándonos en que mejore y comiencen a paliarse todas las precariedades y deficiencias”. Mercedes Roldós prometió a los vecinos organizar reuniones para seguir tratando sus demandas aunque éstos últimos coincidieron en señalar que “estamos hartos de reuniones, queremos que la cosa empiece a cambiar”.
Ruido, polvo y molestias
La doctora Belén García, coordinadora de Salud de la zona, estuvo presente en la conversación entre Roldós y los vecinos de Playa Blanca y fue también la encargada de guiar en la visita a la consejera. García les explicó cómo estaban desarrollándose las obras pero también quiso hacerles llegar su opinión como profesional y las quejas que muchos usuarios la han transmitido. La coordinadora se reafirmó en las dudas que hace meses les hizo llegar mediante un escrito ya que para Belén García “se tendría que haber estudiado otra opción que no causara el perjuicio y el trastorno que las obras están produciendo tanto para el personal sanitario como para los pacientes”.
Apoyó las reivindicaciones de los manifestantes porque, según expresó, “es lógico que quieran una atención y un servicio dignos, lo mejor posibles”. Aunque es consciente de que “muchas de las propuestas, hoy por hoy, son inviables ya que no contamos con los recursos ni el personal necesarios”. Consciente de que una ambulancia medicalizada no es factible en estos momentos, le propuso a la consejera que estudiara la opción de desplazar la existente en la localidad de Tías hasta un punto intermedio o bien cambiar la base y ubicarla en Playa Blanca. “Tenemos una población creciente que necesita un servicio rápido y eficaz”, subrayó.
La consejera, por su parte, aseguró que las obras llevan un buen ritmo y todas estas propuestas están siendo estudiadas. “Tenemos que tener paciencia con todas las molestias que las obras están produciendo pero es inevitable pasar por ellas si queremos un centro en condiciones, al igual que cuando hacemos obras en casa”, afirmó. Además, añadió que gracias a la labor de Carmelo Duarte, el director del Servicio de Urgencias Canario (SUC), “el resto de puntos de necesidades están siendo planificados en función de la población y los recursos y estamos trabajando en un modelo para superar nuestra situación de déficit y remodelar infraestructuras y personal que estará listo en un mes o en un mes y medio”.
El resto de la agenda
En el recorrido por los diversos centros sanitarios, Roldós estuvo acompañada de la directora del Área de Salud de Lanzarote, María José Costa, y el director gerente del Hospital General de Lanzarote, Román García Zerpa. En la primera visita oficial, la consejera de Sanidad a la Isla mantuvo una reunión con Manuela Armas, la presidenta del Cabildo de Lanzarote a partir de las 9.00 horas. La visita a los centros sanitarios se inició en el Centro de Salud de Playa Blanca, en el municipio de Yaiza a las 10.30 horas y, a continuación, comenzó el recorrido por el Hospital General de Lanzarote, lugar en el que visitó las áreas puestas en marcha recientemente, así como las obras de la III Fase de la ampliación y remodelación del Hospital, próximas a finalizar. Asimismo, a partir de las 13.30 horas, Roldós descubrió una placa en homenaje a los trabajadores jubilados ligados a la historia de la Sanidad Pública de Lanzarote.
