Los vecinos y comerciantes de distintos barrios de Arrecife han denunciado a esta redacción que la falta de luz en sus calles se está convirtiendo en una pesadilla. Según el testimonio de varios residentes y empresarios de barrios como los de Altavista, Titerroy y Morro Angelito, la ausencia de una iluminación adecuada (un déficit al que ha colaborado el reciente cambio de horario invernal) y, a veces también, la falta de presencia policial, están facilitando mucho la labor de los amigos de lo ajeno.
Son claros ejemplos de esta situación, que afecta a calles como Málaga, Granada, Blasco Ibáñez, los casos de Yoli, la propietaria de un supermercado familiar de la calle Cuenca, en Morro Angelito, y el de José, un frutero que tiene su negocio en el barrio de Titerroy. Según aseguran, y así lo han denunciado ante la Policía Nacional, ambos han sido atracados a punta de navaja en menos de una semana. En el caso del encargado de la frutería, éste sufrió incluso varios cortes de cuchillo. Por el contrario, la propietaria de la tienda de comestibles se las avió para plantarle cara a su atracador y consiguió que éste huyera sin el botín. “Un chico quiso llevarse la recaudación de la caja registradora y me enseñó un cuchillo, pero yo, muy nerviosa, me negué a entregarle el dinero y le dije que llamaba enseguida a mi marido, y así echó a correr”, explica la dueña del supermercado.
“Aburridos y cansados”
Aparte de estos atracos, que ocurren sobre todo por las tardes, cuando la escasa clientela de estos comerciantes y algunos vecinos se atreven a salir “a oscuras” por las calles, para los residentes de los barrios tampoco es fácil prescindir de un bien tan esencial como la luz en la vía pública. “Estamos cansados de reclamarle al Ayuntamiento que ponga farolas. Hace dos semanas el concejal de Obras Públicas nos aseguró que iba a tenerlo en cuenta, pero hoy le volvimos a llamar y nos dijeron que estaba de vacaciones. Tampoco hemos hallado respuesta alguna por parte del concejal de Barrios. Lo único que nos ha dicho una secretaria es que milagros no pueden hacer”, comentan varios vecinos indignados.
“Le hemos presentado varios escritos al Ayuntamiento, incluso se lo hemos recordado varias veces a la Policía, pero nada, parece que por aquí sólo aparecen nuestros políticos cuando llegan las elecciones”, sostienen.
Un ejemplo de esta aparente desidia y falta de interés por los barrios más periféricos de la capital lo encontramos en la calle La Joaquina. Hace un par de meses los vecinos denunciaron que había una furgoneta abandonada. “Han pasado muchas semanas y todas las noches se trafica en esa furgoneta. Varios indigentes se quedan a dormir por las noches, pero ni la Policía ni tampoco el Ayuntamiento han hecho nada”, denuncia otra vecina de Morro Angelito.
