El pueblo sufre un serio problema de salud pública con los corrales metidos en el corazón de Soo.
Aunque a los vecinos de Soo les siguen mareando la perdiz con la solución a los corrales ganaderos que se mantienen dentro del pueblo, no tienen ni mucho menos intención de bajar la guardia hasta que el Cabildo y el Ayuntamiento de Teguise acaben con el problema de salud pública. En época de lluvia la situación empeora y la prueba son los imágenes que en el pasado cercano hemos publicado del estiércol de cabra repartido por las calles. Según la denuncia de una vecina, ya se pueden ver nuevamente “los regalitos” por las vías “y no eso no se ha barrido”. En vista de la desidia institucional, los vecinos esperan que al menos los políticos del Cabildo y del Ayuntamiento pasen por Soo “a ver si se les ablanda el corazón”. Los ciudadanos ya piensan que para los políticos no existe Soo.
¿Solución a la vista?
Ante estas declaraciones, el alcalde de Teguise, José Dimas Martín, asegura que hace varios días se acometió una obra de contención para evitar que todos los desechos que arrastra la lluvia no caigan en las calles y aceras “y creo que se ha conseguido”. Con las primeras lluvias, destaca Martín, se ha demostrado que el problema no es tan grande como el año pasado sobre todo en la cercanía del colegio. “Lo que se me transmitió a mi es que todo está limpio”. Martín entiende que la solución es a corto plazo mientras los corrales son traslados definitivamente fuera del pueblo. El alcalde de Teguise informa que la Oficina Técnica está contactando con los primeros linderos para finalmente optar a la calificación territorial que tiene que conceder el Cabildo.
