viernes. 19.04.2024

Si en la edición anterior nos quejamos amargamente de lo absurdo que resulta que existan en la sociedad actual individuos capaces de destrozar el mobiliario público que todos pagamos con nuestros impuestos, en esta ocasión queremos quejarnos de lo increíble que resulta también que haya individuos que se dedican a insultar a los candidatos que se presentan a las elecciones. Nos estamos refiriendo por supuesto a los ataques verbales y casi físicos que ha recibido en los últimos días la cabeza de lista de Coalición Canaria (CC) al Ayuntamiento de Arrecife, María Isabel Déniz. Es muy triste que haya personas capaces de confundir la gimnasia con la magnesia, que sean capaces de acudir a un acto electoral simplemente para insultar a una persona que por unas razones u otras ha decidido participar activamente en la vida pública. Se podrá estar de acuerdo o no con lo que ha hecho María Isabel Déniz, pero lo que no se puede hacer jamás es insultarla, y mucho menos intentar agredirla. Esto es grave, muy grave. Sin embargo, la gente, en esta absurda y loca carrera por hacer daño político, ha llegado mucho más lejos. Se han dirigido cartas anónimas a sus familiares, y se ha llegado incluso a insultar a sus hijos en el colegio. Intolerable, no tiene otro calificativo. Se necesita de una reflexión serena y profunda. También entre la clase política. Se puede atacar al contrario, pero hay que huir del calentamiento exagerado de la gente. No podemos dar por hecho que todo el mundo se va a saber comportar.

VANDALISMO ELECTORAL
Comentarios