viernes. 29.03.2024

Por Andrés Chaves

1.- Dentro de pocos meses van a ser inaugurados la vía de penetración del barranco de Santos y sus servicios aledaños. Cruzar Santa Cruz casi desde el mar hasta su zona más alta será un juego de niños. Junto al túnel de 3 de Mayo, ya en servicio, que lleva el nombre de don Juan Amigó de Lara , y el tranvía, casi en plenitud de funcionamiento, se trata de la obra fundamental del urbanismo chicharrero, que ha sufrido algunos atrasos pero que felizmente se encuentra casi terminada. El barranco de Santos ha sido siempre el pulmón de la ciudad, que encuentra limitado su crecimiento hacia el Sur por la presencia de la refinería y cuya expansión hacia el Norte la cercena el macizo de Anaga. Es, pues, el barranco, al margen de sus historias humanas y de sus desbordamientos, quien ofrece a la capital una posibilidad inmensa de aprovechamiento de su cauce. Se ha conseguido. Ha costado muchos años y mucho dinero. Pero ahí está.

2.- La obra es ambiciosa y debe ser respetada y cuidada por los ciudadanos. Se han construido vías rápidas para los automóviles, jardines, fuentes, se ha dotado al barranco de una iluminación especial e, incluso, de escaleras mecánicas para que los santacruceros bajen cómodamente desde las ramblas a este sótano de lujo que se ha regalado a la capital de Canarias. Curiosamente, las obras han permanecido semiocultas por el propio barranco, por lo cual los habitantes de Santa Cruz no saben bien lo que les espera: un trayecto apasionante casi desde el mar hasta los barrios más altos, con accesos ajardinados, vías muy cómodas, aceras para pasear y un tratamiento estético de primera categoría, acorde todo ello con una ciudad para vivir, que era el viejo eslogan de Santa Cruz.

3.- Se trata de la obra cumbre de este equipo de gobierno, a veces tan remiso a la hora de vender sus logros. La corporación municipal ha trabajado con mucho ahínco para sacar adelante el proyecto del barranco de Santos, cuya cinta va a ser cortada en un par de meses por el alcalde de la ciudad y por las autoridades insulares y autonómicas. Estamos a las puertas de ver un Santa Cruz distinto, a través de arterias pulmonares insospechadas, hermosas, vitalistas, modernas, que se completarán más tarde con otros proyectos que tiene la ciudad, como la nueva Avenida de Anaga y las obras comerciales en la zona portuaria. Todo esto dará a la capital de Canarias un aire más cosmopolita y hermoso. Santa Cruz ha entrado en el siglo XXI con una obra muy importante para su futuro. Una vieja aspiración de personajes clave en la historia de la ciudad, que la imaginaron bien comunicada, aprovechando lo que la Naturaleza puso a su servicio. Algo tan sencillo como un viejo barranco.

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Una obra espectacular
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