sábado. 20.04.2024

ACN

El grupo se encuentra en buen estado de salud y sólo uno de los inmigrantes ha tenido que ser trasladado al Hospital Nuestra Señora de Guadalupe con síntomas de hipotermia. Han partido hacia Tenerife en el Fred Olsen de las 6:30.

Una mujer y un menor, viajaban en el cayuco que llegó esta tarde con 105 inmigrantes al Puerto de San Sebastián de La Gomera, custodiado por la Salvamar y dos embarcaciones de la Guardia Civil. Los inmigrnates declararon que habían partido de Senegal y que llevaban nueve días navegando.

Parte del cayuco, de entre 25 y 30 metros de eslora, que fue avistado a 14 millas de la isla, estaba techado. Bajo este techo descansaba la única mujer de la embarcación en el momento en el que atracó.

El grupo se encontraba en buen estado de salud y sólo uno de los inmigrantes ha tenido que ser trasladado al Hospital Nuestra Señora de Guadalupe con síntomas de hipotermia.

El desembarque, que coincidió con el embarque de un centenar de turistas en el Garajonay Express, se realizó sin escala, con lo que los inigrantes tuvieron que saltar desde la ambarcación hasta el muello ayudados por las manos de los efectivos de La Guardia Civil y los voluntarios de Cruz Roja, que trataron de evitar, en todo momento, que los movimientos de la tripulación desestabilizarán el cayuco.

Durante unos minutos se metió resaca en el muelle y un Guardia Civil tiró bruscamente de uno de los inmigrantes, pues la barca se movía mucho. Una vez que todos pisaron tierra, quedó al descubierto un caldero lleno de cuscús en el fondo de la ambarcación. Aún les quedaba comida.

Uno de los inmigrantes se persignó al sentarse en suelo firme, otro mostró su libro del corán y besó una foto de su mujer y su hija. Otro se quejó, le dolía el estómago, hacía cinco días que no comía. El menor que viajaba en el cayuco vestía con la camisa del futbolista del Barcelona Eto'o y otro de ellos con traje y chaqueta.

Laura Hernández, coordinadora insular de Cruz Roja en La Gomera, afirmó que durante la última oleada de cayucos no ha conseguido conciliar el sueño, pues no para de reflexionar acerca de los motivos que llevan a los inmigrantes clandestinos a arriesgar su vida en el mar para alcanzar las costas canarias.

“Con el último cayuco los voluntarios lloraron, porque uno de los inmigrantes nos mostró una postal que representaba el momento de la partida de los cayucos en los países de origen, en la que se distinguía a un grupo de mujeres arrodilladas llorando frente a un barco grande, similar a los de la Naviera Armas”, afirma la coordinadora de Cruz Roja. Los inmigrantes partieron hacia Tenerife en el Fred Olsen de las 6:30.

Una mujer y un menor viajaban en el cayuco que ha arribado al muelle de San Sebastián...
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