Fotos: Dory Hernández
La reunión mantenida este martes por la noche entre Cabildo y Consejo Regulador fructificó en la idea de traer depósitos a la Isla desde Tenerife, gestión esta que llevaría a cabo el Gobierno de Canarias.
Esta actuación debería realizarse con la máxima celeridad, por lo que fue este mismo miércoles cuando el presidente del Consejo Regulador, Miguel Martín, fue avisado desde la Consejería de Agricultura del Gobierno autónomo de que ya se había encontrado una bodega en desuso en la isla picuda, la cual abastecería al Complejo Agroindustrial de depósitos.
El principal problema para llevar a cabo este proyecto radica en las dificultades con que cuentan los depósitos para ser introducidos en los barcos, además de la posibilidad de tardanza en la llegada de estos a Lanzarote desde Tenerife.
Por otro lado, el enólogo del Cabildo, Alberto López Peláez, denunció a este medio que los responsables del encarecimiento del vino de Lanzarote son los hoteles y restaurantes, a la vez que hizo un llamamiento para que estos tengan “un gesto” cuando la vendimia esté terminada. Esta apreciación fue hecha por parte del enólogo al tratar de explicar por qué las bodegas se ven incapacitadas para bajar los precios del vino, aún habiendo conseguido rebajar el coste de la uva a 80 céntimos.
Según Peláez, el excedente de uva, excedente que van a acoger las bodegas en su totalidad, será recogido por éstas si se consigue finalmente abastecer de depósitos el Complejo Agroindustrial. La decisión de comprar el fruto de la vid a un precio inferior al euro (el Cabildo pagará la mitad) viene dada porque la uva, según él, se encuentra en muy mal estado. “La calidad de la uva ha decaído al estar esta muy pasada, no está fresca para vino blanco de calidad”, aseguró.
Pélaez explicó que las bodegas están haciendo un sobreesfuerzo por acaparar ellas solitas todo este asunto gracias, en parte, a que desde el Cabildo se les ha “engatusado” con pagar la uva “a medias”. “La bodega tienen una ganancia de 3 euros máximo, frente a los restaurantes 9 euros o 7 euros de los restaurantes y hoteles”. “Los restaurantes compran la botella a 5 euros y la vende a 12 o 14 euros”, concluyó
