Las peleas entre la Administración y los vecinos suelen terminar siempre a favor del más grande, aunque en ocasiones no se atienda a razones lógicas. Es lo que le está sucediendo a una familia que vive en el sur de Lanzarote, a escasos metros del puerto de Playa Blanca.
Esta familia tiene una casa que es más antigua casi que el propio puerto, con más de cien años de historia a sus espaldas. Aún así, con poco respeto para semejante solera, los responsables de Puertos de la Comunidad Autónoma han decidido levantar en el año 2014 un muro que ahora consideran muy importante para el desarrollo de la actividad portuaria.
Lo más llamativo es que el vecino trató de razonar con los responsables de la obra, explicándoles que no podían dejar apenas veinte centímetros entre los bloques y la única puerta de entrada y salida a su domicilio. Incluso acudió al Ayuntamiento, y habló con el concejal de Obras, Juan Lorenzo Tavío, quien le dio la razón y trató de arreglar el tema, lo que evidentemente no ha logrado a tenor de que las obras continúan, tal y como explicó esta semana el afectado, un antiguo marinero que regenta un negocio de comida para llevar en la zona, en el programa “A buena hora” de Crónicas Radio-Cadena Cope.
Fefo, que es como se llama este vecino del sur, ya ha amenazado con tomar medidas más drásticas si no atienden a razones, puesto que le da la sensación de que se está haciendo todo ya por pura cabezonería, creando un muro artificial similar al que se colocó en el puerto de Arrecife sin entender que no tiene mucho sentido. “Desde luego, no voy a permitir que esto se haga así”, comentó visiblemente molesto.
Ni el Ayuntamiento ni el organismo dependiente del Gobierno de Canarias, puesto que el de Playa Blanca es un puerto que pertenece a la Comunidad, son capaces de encontrar una solución razonable. Lo que tiene claro este ciudadano es que va a pelear para que se pare lo que considera un “evidente atropello”.
