viernes. 29.03.2024
El ex presidente del Gobierno, que está recuperándose de una enfermedad que ya pasó en otra etapa de su vida, dio el pistoletazo de salida a las Fiestas de los Dolores rodeado de centenares de ciudadanos y de numerosos cargos públicos que quisieron brindarle su apoyo en un día muy especial para él

Un pregón de altura presidencial. Por Adán Martín

“Hoy, las corrientes humanas que llegan a nuestras costas y aeropuertos nos traen a la memoria todas las catástrofes y dificultades que a los canarios nos empujaron a emigrar. Y no somos tan impotentes como entonces”

Fotos: Dory Hernández

En su larga y fructífera carrera política, a la que ha dedicado “media vida”, pronunció innumerables discursos. En las inauguraciones, conmemoraciones, congresos políticos, campañas electorales. Pero nunca lo hizo como este miércoles por la noche, en un escenario inigualable y ante cientos de lanzaroteños, muchos de ellos vecinos del municipio de Tinajo, y ante decenas de cargos públicos que quisieron estar a su lado precisamente en un momento muy delicado para él, recuperándose como está nuevamente de la recaída en una enfermedad que ya creía superada. Los Dolores 2008 arrancaron este año con el pregón de uno de los presidentes de Canarias que más ha visitado Lanzarote, Adán Martín Menis. Y como presidente que fue para todos los canarios, recordó desde su casi forzado retiro “haberse sentido como en casa” en todas las patronas del Archipiélago. Y en sus primeras palabras de pregonero, homenajeó al propio pregón. “El pregón es una llamada a celebrar la fiesta, desde el recuerdo de sus orígenes. De los que siempre hay que hablar. Se celebra la tradición, se agradecen los favores, se mantiene la llama de la herencia de nuestros padres; pero también se pide a la Virgen de los Dolores por el futuro. El pregón debe su primer tributo al recuerdo. A ese recuerdo que nos hace. Y el recuerdo en este caso son los orígenes de las Fiestas”.

Y así lo hizo Adán Martín. Recordó la mágica y misteriosa vinculación de la Virgen de los Dolores con la Isla de los Volcanes. “De entre las siete vírgenes patronas de las siete islas canarios sólo una ha sido elegida por las preferencias de sus gentes a lo largo de los años. Y esa es la Virgen de los Dolores. Una patrona por elección, (...), elegida por los asustados lanzaroteños que, en 1735, ya no sabían que hacer para proteger su isla de las múltiples y nutridas lenguas del volcán”. A lo largo del sexenio que va entre 1730 y 1736 las erupciones volcánicas azotaron sin piedad Lanzarote, enterrando bajo la lava gran parte del territorio de la Isla. “Ante la amenaza inminente de que la lava y ceniza arrasara Tinajo, se reúnen los vecinos y deciden nombrar a la Virgen de los Dolores Protectora y Patrona para que libre a este lugar y sus distritos de las ruinas del volcán. Y se comprometen a celebrar cada año una fiesta en su honor. Una crónica de la época cuenta que se convocó una procesión desde la ermita de San Roque encabezada por el cuadro de una imagen de Nuestra Señora de los Dolores. El portante de la cruz la clavó en Mancha Blanca, junto a la lava, que se detuvo. Los lugareños hicieron votos de levantar allí mismo una ermita en honor a la Virgen. Desde entonces, desde hace 230 años, la promesa se mantiene y se renueva cada año”.

Un antes y un después

Sobre las cenizas de aquellas erupciones, los conejeros levantaron el ánimo y forjaron una isla que a lo largo de muchísimos años fue un lugar de lo más inhóspito para vivir. Así lo recordó el pregonero. “Si siempre fue esforzada la vida en Canarias, en Lanzarote y Fuerteventura fue especialmente dura por las carencias de agua, muchas veces dramáticas. Aquí, y no en las capitales urbanas, se acuñó el canario más sobrio, el más tenaz, el más laborioso. Nuestras raíces nacen de nuestra propia lucha contra las más crudas dificultades, acrecentadas por nuestra doble insularidad y lejanía”.

Solidaridad

Muchos años ha exigido Canarias que el resto de España sea solidaria con las Islas. Ahora los canarios han avanzado lo inconcebible hace unas décadas. Ahora es el momento de ser solidarios con los demás, sobre todo con nuestros vecinos. “Si siempre vivimos muy pegados a nuestros problemas, que nos desbordaron durante siglos, ya es el momento de mirar a nuestro entorno y extender nuestra solidaridad a nuestro vecino continente, a un África que no acaba de enderezar su futuro. Hoy, las corrientes humanas que llegan a nuestras costas y aeropuertos nos traen a la memoria todas las catástrofes y dificultades que a los canarios nos empujaron a emigrar. Y no somos tan impotentes como entonces. A pesar de la cercanía del problema, vivíamos ajenos al drama de unas existencias que no alcanzan esos mínimos vitales imprescindibles para la dignidad humana”.

Un pregón de altura presidencial. Por Adán Martín
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