viernes. 29.03.2024

El padre de uno de los niños fallecidos en el naufragio de la patera en Los Cocoteros, en el municipio lanzaroteño de Teguise, ha remitido a la gendarmería de Marruecos una carta en la que denuncia, con nombres y apellidos, al menos a seis supuestos integrantes de la mafia que engaña a los menores para que se echen al mar.

Cargado de indignación y de dolor, el padre de Mohamed Haruash, uno de los niños ahogados frente a las costa de Teguise, se ha atrevido a dar el paso que otros no se atreven a dar: ha llevado a la gendarmería de Guelmín, ciudad del sur de Marruecos de donde eran buena parte de las víctimas, una carta denunciando la situación de riesgo a la que están expuestos los más jóvenes, en la que aporta datos personales de al menos seis de los reclutadores que trabajan para las mafias de traficantes.

No es difícil saber quiénes son. Merodean por los barrios donde callejean los chiquillos, acercándose a ellos con la promesa de una vida idílica en Europa a cambio de unos 900 euros y un viaje en patera que les venden como cómodo y sin ningún riesgo. Van sembrando la idea de irse en los muchachos, de por sí inquietos y con ganas de dejar atrás su casa, hasta que se convierte en obsesión. Algunos deciden irse juntos por grupitos de amigos, otros convencen a la madre para que les ayude a pagar el viaje, esa madre se lo dice a otra que también quiere mandar a su hijo pequeño hacia un futuro mejor del que les espera en Marruecos... No hace falta más. Así se extiende la cadena que demasiadas veces acaba en tragedia.

Pasividad

Ahora, el padre de Mohamed ha dicho basta. Frente a la pasividad de otros que prefieren mirar para otro lado, ha recopilado por sus propios medios toda la información de la que ha sido capaz y la ha llevado ante la autoridad para que actúen contra quienes engañan a los más jóvenes. Es un paso que desde la perspectiva occidental parece lógico, pero en Marruecos la gente tiene miedo y muchas veces calla.

La carta está escrita en un tono muy duro y en ella advierte que si no se toman las medidas oportunas, acudirá a las más altas instancias del país. A partir del drama de Lanzarote, también el resto de las familias quieren hacer algo para evitar que algo así vuelva a suceder. No saben muy bien cómo, pero algunos padres o familiares cercanos de las víctimas han empezado a ponerse en contacto entre ellos. La idea es todavía muy nebulosa, pero ya se plantea la posibilidad de constituir una asociación de familias como la que existe en Dakar (Senegal) de madres de inmigrantes fallecidos.

Según recoge el diario Canarias 7, organizaciones no gubernamentales como la Asociación Sur para la Migración y el Desarrollo que preside Abdellah El Hairach están dispuestas a ayudar a las familias a unirse para trabajar juntas. "No es fácil porque es una cultura en la que impera el conformismo, la resignación, y no hay tradición asociacionista", señala, "pero ahora a raíz de la tragedia las familias y todos los vecinos están muy indignados y a partir de ahí podría surgir el germen de un movimiento importante", añade.

Faltan estudios sociológicos

Pese a que la inmigración irregular no es algo nuevo en la zona -en la primera repatriación de cadáveres de 2007 las víctimas también eran de Guelmin y alrededores-, no existe un estudio en profundidad sobre las causas del fenómeno en el sur de Marruecos.

Frente a otros países en los que los detonantes son el hambre y la miseria, aquí la situación es distinta. Hay pobreza, pero los que se subieron a la patera que naufragó en Lanzarote no vivían en condiciones desesperadas, sus motivaciones fueron distintas.

El fenómeno de la inmigración es cambiante. En la patera de Lanzarote se dio una situación que empieza a verse cada vez más: junto a la mayoría de niños venían también dos mujeres, una de ellas con sus hijos y otra sola que dejó cuatro hijas en casa.

El Hairach, de la Asociación Sur para la Migración y el Desarrollo, cree indispensable realizar un estudio sociológico completo de los factores específicos de la inmigración en la zona. "Para eso nos hace falta la colaboración de España", señala.

Un padre denuncia ante la gendarmería de Marruecos a la mafia de la patera
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