La carretera de circunvalación.
Un adolescente de sólo 15 años perdió la vida a primera hora de la tarde de este martyes al ser atropellado en la carretera de circunvalación de la capital grancanaria, cuando irrumpió en la calzada para recoger su gorra, que poco antes se le había volado por el viento desde el paso elevado que cruzaba con sus amigos del instituto.
Según adelanta en su edición digital este miércoles el diario Canraias 7, Kilian Jesús Cabrera Guerra acababa de salir del Instituto de Lomo Blanco. Eran algo más de las 14.00 horas y cruzaba el paso elevado sobre la carretera de circunvalación GC-3, en la rotonda de entrada al citado barrio, cuando un golpe de viento hizo que su gorra volara y cayera sobre la calzada.
Según la Guardia Civil, el joven bajó a la vía y la cruzó de derecha a izquierda en el sentido de la marcha para recuperar su gorra. Pero cuando ya llegaba al arcén, un coche que circulaba por el carril de adelantamiento se lo llevó por delante.
Según la Guardia Civil, el conductor del Renault Clío matrícula 4868 BFT se encontraba adelantando a otro vehículo, en medio de una circulación densa, y aunque se percató de la presencia del joven y aminoró, no pudo desplazarse y le fue imposible evitar el atropello.
El cuerpo del adolescente quedó en uno de los soportes de la mediana, en la base de un pilar, pero no cayó al precipicio y fue rescatado por efectivos de Bomberos. Personal del SUC intentó reanimarlo de la parada cardiorrespiratoria que sufría, pero Kilian ya había muerto.
El conductor y su hija, presas de los nervios
El conductor del vehículo que atropelló al adolescente no tenía consuelo después del trágico accidente. Fuentes de la Guardia Civil indicaron que el hombre, ya experimentado en el manejo de vehículos, viajaba acompañado de una hija de 18 años de edad, que tuvo que ser recogida por un familiar que se personó en el lugar de los hechos, para llevarla a su casa, dado que se encontraba presa de un gran nerviosismo. Posteriormente, la joven se quejaba de dolores en las cervicales, por lo que fue trasladada a un centro sanitario para que la atendieran.
Mientras, el conductor atendía a los agentes de la Guardia Civil que realizaban el atestado del accidente. El hombre también se hallaba en un fuerte estado de nerviosismo e incluso se echó a llorar al relatar los pormenores del atropello mortal del muchacho. En todo momento aseguró que no había podido evitar llevarse por delante al adolescente y afirmó que entendía el terrible dolor de la familia del chico, y que el accidente también a él le había dejado destrozado.
