jueves. 18.04.2024

ACN

Una pareja de lesbianas de Gran Canaria ya es legalmente progenitora de una niña de tres años, después de que un juzgado reconociese la adopción de la menor por parte de la madre no biológica. Las dos mujeres se casaron en diciembre, tras la reforma de la Ley que permite los matrimonios homosexuales, e iniciaron el trámite de adopción.

Un auto judicial emitido a finales de febrero pasado por el Juzgado de Primera Instancia Número 5 de Las Palmas de Gran Canaria, al que ha tenido acceso ACN Press, reconoce por primera vez que dos mujeres, M.M.G. y V.S.E. son los progenitores de una niña de tres años, D.M.S, reconocimiento conseguido después de que esta pareja homosexual se casase en diciembre pasado gracias a la reforma de la Ley que permite desde el año pasado el matrimonio entre personas del mismo sexo. El juzgado ha aceptado la solicitud de adopción de la niña por parte de la ya cónyuge de la madre biológica.

Las dos mujeres son pareja desde hace 18 años, y la niña nació hace tres a través de la inseminación artificial de una de ellas, por decisión de ambas. Para lograr el reconocimiento de esta maternidad compartida, siguieron exactamente una de las vías que sigue una pareja heterosexual para que el cónyuge que no es el progenitor biológico pueda adoptar al hijo de su pareja: casarse. Tras el matrimonio, iniciaron de inmediato los trámites para que la madre no biológica adoptase a la niña, cuestión que la juez de la capital grancanaria resolvió en menos de dos meses.

En el escrito judicial, la titular del juzgado, María Elena Corral Losada, acuerda aprobar la adopción de la niña D.M.S por parte de M.M.G. “El adoptado tendrá una vez firme esta resolución los mismos derechos y obligaciones que si de un hijo biológico se tratare, llevando en lo sucesivo los apellidos de ...”. La niña ya tiene oficialmente los apellidos de sus dos madres, mientras que antes de esta resolución tenía los mismos que la madre biológica.

La resolución, pues, es exactamente la misma que procede hacer cuando es una pareja heterosexual casada, en la que la persona que no es padre o madre biológico decide asumir la paternidad o maternidad. El auto menciona artículos del Código Civil que fueron reformados por la ley que permitió los matrimonios ‘homosexuales' en España, pero no hace alusión alguna al hecho de que sean personas del mismo sexo, algo que ya hace la Ley que se cambió el año pasado, que se limitó a sustituir el ‘padre y madre' por ‘progenitores.

M.M.G. y V.S.E, las dos madres, explicaron que han decidido hacer pública la resolución del juez al recibir llamadas de multitud de puntos “de Canarias y España” de parejas homosexuales con hijos que no saben cómo hacerlo para que se les reconozcan sus derechos.

“Se ha abierto una puerta que puede ayudar a mucha gente”, explica M.M.G, que señala que desde que nació la niña “habíamos vivido con la preocupación de que si a la madre biológica le pasase algo, yo no tendría legalmente ningún derecho sobre ella”. Por lo pronto, tienen conocimiento de que tres parejas homosexuales están inmersas “exactamente en el mismo proceso” en la isla y que en la península también hay gente pendiente de resolución tras haber ya contraído matrimonio.

De hecho, desde el nacimiento de la niña, esta pareja había buscado información sobre cómo conseguir de alguna manera el reconocimiento jurídico para la mujer que no había dado a luz a su hija, dado que ambas tenían claro que las dos tenían las mismas responsabilidades sobre la niña.

Llegaron incluso a formalizar un contrato ante un notario, asesoradas por un abogado. En este contrato entre la pareja incluían cuestiones como que ambas “reconocían el derecho a las familias respectivas” sobre la niña (abuelos, tíos...), o que la madre biológica autorizaba a su pareja a recibir siempre “información sobre la educación del menor” en caso de que diesen por terminada su relación, además de dejar por escrito que en caso de fallecimiento de la madre biológica, su pareja “sería la tutora de la niña”. Un contrato, pero del que no tenían seguridad de su legalidad más allá que el testimonio de un notario.

“Nuestro temor era que si pasaba algo, no teníamos nada”. Una vez aparecida la Reforma del matrimonio homosexual, a la que el Congreso dio luz verde el 22 de abril de 2005, se inscribieron para casarse en unos de los primeros días en que se podía, y fueron de las primeras parejas homosexuales en hacerlo en las Islas. A los pocos días de casarse, ya presentaron la petición de adopción, con la duda de si realmente se resolvería su caso al no haber precedentes por matrimonios de personas con el mismo sexo.

Semanas más tarde, se celebraba la habitual vista en estos casos. La juez preguntó primero a la madre biológica si consentía esa adopción. Preguntó a su ya cónyuge los motivos, y posteriormente dos testigos declaraban que ésta era una pareja estable y que la persona que solicitaba adoptar reúne las condiciones necesarias para atender las obligaciones propias del vínculo adoptivo. Las dos mujeres presentaron incluso un escrito de la guardería en la que sus responsables afirmaban que acudían ambas a las reuniones con los educadores.

M.M.G y V.S.E afirman estar “muy felices”. Les queda el pequeño trámite de conseguir el libro de familia, un paso del que están a la espera debido a la huelga convocada por los empleados de justicia estos días en Canarias. La niña, explican, es aún muy pequeña para comprender la novedosa situación de tener dos madres ‘legales': “A las dos nos llama mamá, pero cuando se enfada nos llama por el nombre”, explica M.M.G, quien afirma que por el momento no han notado ningún tipo de discriminación por el hecho de ser pareja homosexual y tener una hija.

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