“Es como si estuviéramos en la época del explorador Humboldt, como si
volviéramos al pasado”. Así se manifestaba una de las excursionistas más
veteranas a su llegada al paraíso natural de Alegranza y conocer, de la
mano del guía para la ocasión y uno de los propietarios de este islote,
Enrique Jordán, la forma de vida de las 20 personas que habitaron en su
momento Alegranza, cuando el Faro funcionaba manualmente.
El grupo de los 55 excursionistas, que formaban parte de la expedición
organizada por la Concejalía de Juventud y Medio Ambiente del consistorio
capitalino, viajó al islote del Archipiélago Chinijo a bordo de un
catamarán de la empresa Biosfera Express para practicar senderismo y
conocer los principales atractivos naturales de Alegranza.
De este modo, los ávidos exploradores se adentraron al interior de la Isla
para sortear sus entresijos y llegar hasta la caldera de Alegranza, y así
disfrutar de una imagen única e irrepetible de un paisaje volcánico que
muchos de los participantes inmortalizaron en sus cámaras de fotos. El
trayecto discurrió por un sendero, en algunos momentos complicado y duro,
durante más de 45 minutos, en el que se pudo contemplar la belleza de una
isla casi virgen, que es necesario proteger, y, como si de un libro
abierto se tratara, nos enseña con sus viejas construcciones, cómo
sobrevivir ante situaciones adversas.
El día también incluyó la posibilidad de permanecer en alguna de las calas
existentes en la Isla, que algunos aprovecharon para darse un baño, así
como la posibilidad de quedarse en el barco y practicar snorkel.
El alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, el concejal de Juventud y Medio
Ambiente, Joel Delgado, y la edil de Economía y Hacienda, Isabel Martinón,
también se sumaron a esta iniciativa que agradó tanto a los amantes de la
fotografía, que durante su estancia en el Islote captaron impresionantes
imágenes de las aves autóctonas que habitan en Alegranza, como a los del
senderismo, ávidos por explorar las veredas de un territorio desconocido
para la mayoría.
Muchos jóvenes, mayores, y familias completas con hijos pequeños,
preparados con indumentaria de trecking, disfrutaron de una jornada única,
que en alguna ocasión se tornó en aventura debido al estado de la mar de
ayer domingo, que hizo dificultoso el trayecto en el catamarán desde La
Graciosa a Alegranza. En cualquier caso, los participantes se mostraron
entusiasmados con el viaje y le hicieron llegar tanto a Cándido Reguera
como a Joel Delgado su felicitación por la iniciativa, al tiempo que
pidieron que volviera a repetirse para las decenas de personas que se
quedaron en lista de espera, debido al cupo de plazas establecido para la
excursión.
Una jornada completa y única
Los 55 participantes del viaje a Alegranza salieron en guagua a las siete
de la mañana de este domingo, desde la Ciudad Deportiva Lanzarote hasta el
puerto de Órzola. Desde allí, tomaron el ferry de las ocho de la mañana
hasta llegar a la isla de La Graciosa, donde desayunaron. Ya, a las 9:20
de la mañana, los excursionistas embarcaron en el catamarán poniendo rumbo
al islote de Alegranza.
La jornada también incluyó un almuerzo compuesto por un plato de pasta con
dos tipos de salsa, ensalada, papas arrugadas con mojo, pan, mantequilla y
fruta de temporada, así como un recorrido de vuelta a casa por el islote
de Montaña Clara y la isla La Graciosa. Una jornada única para estos
arrecifeños.