jueves. 25.04.2024

Cada cierto tiempo como si se tratara de un tema recurrente aparece en los medios de comunicación alguna noticia relativa a los taxistas y a la necesidad de que éstos lleguen a un acuerdo para solventar el ya arcaico problema del aeropuerto sin que finalmente se llegue a ese acuerdo tan deseado por la división interna que hay en el propio sector que no atiende a razones.

Está demostrado que las enormes colas que han de aguantar jueves tras jueves los turistas que nos visitan es una de las razones por las que el turismo extranjero ha descendido en Lanzarote en contra de lo que ocurre en otros destinos turísticos cercanos como pueden ser Tenerife o Gran Canaria. Por lo menos así lo ponía de manifiesto el consejero de Turismo del Gobierno de Canarias, el lanzaroteño Manuel Fajardo Feo, que, preocupado por la situación que padece Lanzarote, ha hecho un estudio para delimitar exactamente cuáles son las causas de esta disminución de visitas que estamos sufriendo de turistas extranjeros. Y las colas para coger un taxi a la llegada al aeropuerto es una de ellas.

Sin embargo, parece que eso no hace mella en los sectores afectados pues a pesar de los intentos de la administración por llegar a acuerdos beneficiosos para todos, esto no ha sido posible por ahora. Esta misma semana salía a la luz pública la negativa de los taxistas a la insularización propuesta por las patronales turísticas, anunciando incluso que acudirían a la huelga si la administración cede a las pretensiones de los hoteleros.

La demanda planteada desde Asolan y Aetur surge después de comprobar la conflictividad registrada en Guacimeta durante los días de Semana Santa, en especial el Jueves Santo cuando los viajeros se vieron obligados a hacer notables colas para poder trasladarse. Las patronales entienden que la situación es “alarmante”, sobre todo, de cara a la temporada estival y han solicitado la intervención de los siete alcaldes de la Isla, últimos responsables de gestionar el servicio con los taxistas en cada localidad, para que el sistema sea global.

No obstante, lejos de allanar el camino hacia el diálogo entre taxistas y autoridades, la petición lanzada por las patronales del turismo ha reavivado el conflicto y ha enfurecido a los taxistas. Los profesionales del sector entienden que dar vía libre a los conductores para cargar clientes en cualquier punto de la Isla sin importar el día “no soluciona nada”, ya que se trata de un problema puntual que ocurre “un día a la semana”, en alusión a los jueves como jornada de mayor movimiento de turistas.

Como alternativa a la insularización los taxistas piden la puesta en marcha del sistema de gestión por GPS de Auriga, un mecanismo que permite la creación de una Emisora Central Compartida que agiliza el proceso de recogida de viajeros, sistema que ve también con buenos ojos la presidenta del Cabildo, Inés Rojas, quien tampoco se muestra partidaria de la insularización.

Un sistema, el Auriga, que en su momento también dio problemas debido a la negativa de algunos taxistas a que la titularidad de las líneas la tuviera la Primera Corporación insular. Ellos reclaman que las líneas estén a nombre de cada asociación de taxistas y no del Cabildo.

Sea como sea es preciso llegar a un acuerdo por el bien de Lanzarote y de su principal fuente de ingresos, que sigue siendo el turismo. El consejero de Transportes, Juan Pedro Hernández, adelantaba que este sistema podría estar en marcha en Teguise y Yaiza en breve, mientras que en el resto de municipios no sería posible hasta después del verano. Sin embargo, con el tiempo que llevamos esperando este acuerdo se debería hacer un esfuerzo mayor para conseguir dejar resuelto un asunto que colea desde hace años sin que hasta el momento haya tenido una solución definitiva.

Ahora que por fin los hoteleros, aunque tarde, han reaccionado ante lo que está ocurriendo en la Isla y proponen incluso un debate para analizar la situación del sector turístico, es el momento de reaccionar en todos los aspectos y corregir todas aquellas situaciones que no benefician a nadie. Es necesario por tanto que los taxistas y la administración intenten acercar posturas para corregir un problema que ya está encasquillado en Lanzarote.

Con respecto a los hoteleros, sí decir que ellos también son los culpables del crecimiento “descontrolado” y “arbitrario” que dicen que se ha producido en Lanzarote. Estamos de acuerdo con las palabras del representante de Calidad y Medio Ambiente de Asolan, Francisco Muñoz, cuando dice que “obviamente si aquí se construyen hoteles y alojamientos turísticos y no hay suficiente mano de obra se va a tener que importar mano de obra y eso trae consigo una carga demográfica”, añadiendo que “si se hace un estudio y se crea una política de crecimiento económico como el turístico, ésta debe ir paralela a las necesidades de infraestructuras que el turismo requiere con las necesidades del resto de la sociedad”. Pero también queremos recordarle al señor Muñoz que la moratoria se estableció para un periodo de 10 años y se construyó todo lo que se permitía y más en tan solo un año.

Es verdad que se ha adolecido de una política turística que previera de alguna manera esos cambios que se iban a producir en la sociedad lanzaroteña, pero recuérdese que hasta hace poco Asolan no admitió que el turismo iba mal y que era necesario ponernos las pilas para que siguiéramos viviendo como dijo este miércoles el vicepresidente del Cabildo, Mario Pérez, de lo que nos ha sacado de “la miseria, el ostracismo y la emigración”.

Lanzarote sufre un ligero retroceso con respecto a otras islas, eso es evidente, pero no por ello debemos abandonar y “matar a la gallina de los huevos de oro”; todo lo contrario, tenemos que reaccionar y planificar el futuro de la Isla de una manera seria, contando con la colaboración de todos los sectores implicados. El turismo no debe seguir basado exclusivamente en el sol y la playa, debemos diversificar la oferta de forma inteligente, pero pensando sobre todo en el conjunto de la sociedad y no en los intereses de unos pocos como hemos hecho hasta ahora.

Un acuerdo inalcanzable
Comentarios