Lo adelantaba en su sección de Lanzarote este miércoles La Provincia -ven, estimados compañeros, qué poco cuesta citar las fuentes de las que uno saca las noticias-, aunque nosotros nos habíamos enterado por otros canales. Claro está, que estúpidamente, como nos habían pedido discreción, fuimos discretos. El caso, con el lógico mérito que hay que apuntar al diario provincial y a sus redactores de Lanzarote por adelantar en primicia y en exclusiva la información, es que Instituciones Penitenciarias -ya lo saben, una Dirección General que depende directamente del Ministerio del Interior, donde, también lo saben, dirige la cosa un señor que es socialista y que responde al nombre de Alfredo Pérez Rubalcaba- hizo llegar el martes un escrito a Dimas Martín en el que se le avisa de que tendrá que aguardar al menos otros dos meses para que se evalúe su situación dentro de la prisión. Como se pueden imaginar nuestros inteligentes lectores, el líder del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) montó en cólera cuando le entregaron el papelito, hasta el punto de que se negó a firmarlo. Y no es para menos, no es para menos que se enfade él y que se enfade su gente, porque parece que le están tomando el pelo. Primero dándole el tercer grado y retirándoselo el mismo día -casualmente ese fin de semana Juan Fernando López Aguilar era elegido secretario general de los socialistas canarios con la presencia en Gran Canaria de José Luís Rodríguez Zapatero-, y ahora con esta historia. Si se ponen a contar, si pasan dos meses, casualmente, sólo casualmente, nos plantamos de nuevo en las elecciones generales. ¿Le interesará a alguien que Dimas no esté fuera para esa fecha?
