En dos tarimas escrupulosamente decoradas para la ocasión, una en la que actuaron los músicos y otra el cuerpo de baile, la Agrupación Folclórica Rubicón rindió tributo a la tradición canaria este sábado en la plaza de Yaiza. Al festival que lleva el nombre de los gestores de la idea, fueron invitados músicos y parejas de baile de distintos grupos de Lanzarote, así, a las cuarenta y cinco personas que integran Rubicón, dirigidas por Roberto Gil, se sumaron veinte invitados, entre músicos y bailadores, de Gran Aldea (Teguise), Guerman (Tías), Coros y Danza (Arrecife) y Malpaís de la Corona (Haría), que enriquecieron la noche folclórica de las fiestas de Los Remedios. El público, pletórico de alegría, quedó impresionado con la interpretación musical y la coreografía.
El ritmo sólo se encontraba en reposo y volvió con el tradicional siote palmero, baile alegre y de pareja de origen centroeuropeo que llegó a las Islas a mediados del siglo XIX. La música prosiguió con una isa suelta en la voz de Perico Cabrera y retornó a México con la interpretación de ‘No volveré’ por Cristian Morales.
En una noche alegre también hubo espacio para celebrar la tristeza. La expresión de sentimiento hizo presencia con las malagueñas más entrañables del folclore canario. En ese momento se integraron al cuerpo de baile de Rubicón parejas de las agrupaciones invitadas con vistosos trajes típicos. Músicos y bailadores de Yaiza y municipios hermanos demostraron que llevan el folclore en la sangre con la viveza de las isas. El Festival Rubicón abrió un huequito para el bolero y sonó ‘Ya te olvidé’.
Rubicón homenajeó a Pablo Rodríguez, Pedro González y Soledad González, miembros fundadores de la agrupación a finales de los años noventa, entregándoles una placa que recibieron emocionados. Igualmente agradeció el apoyo que el Ayuntamiento de Yaiza brinda al folclore canario con actos como el Festival Rubicón o la Noche de Baile y Parrandas del miércoles, en las que actuaron en un mismo escenario El Golpito, Chimia y Raíces. La alcaldesa Gladys Acuña subió al escenario para recibir el obsequio en nombre de la Corporación que preside.
Después de la emotiva entrega de placas, el festival dio lugar, cómo no, a las seguidillas, baile vivo y suelto y a las polcas. La plaza vibró manteniendo la alegría hasta el final cuando la Agrupación Rubicón intentó despedirse con una isa. Lo intentó pero no pudo porque la asistencia con aplausos la obligó a regresar. La actuación finalizó con una gran fiesta en la que las parejas de baile invitaron al público a integrarse a ellos. En el resultado del festival quedó explícito el arduo trabajo de Rubicón, que durante las últimas dos semanas tuvo jornadas de ensayo de tres y cuatro horas diarias.
La fiesta del viernes en Yaiza terminó al amanecer con la verbena animada por las orquestas Maquinaria Band y Locura Viva, que vuelven a subirse al escenario este sábado prometiendo ritmo y sabor.
