viernes. 19.04.2024

Por Santiago Pérez

Finalizando la pasada legislatura, en vísperas de las elecciones de 2007, Coalición Canaria forzó una modificación de la normativa electoral al Parlamento de Canarias para ampliar el plazo de recepción de los votos de los canarios en el exterior.

En el mismo procedimiento rechazaron la tramitación de enmiendas socialistas encaminadas a modificar el sistema electoral, a pesar de que entre las enmiendas y el objeto de la Ley que se tramitaba existía una evidente conexión.

Durante estos días hemos asistido a la triste finalización de una legislatura perdida. El broche del deterioro parlamentario lo pone la “terminación” del trámite de la iniciativa legislativa que presenté, nada más asumir la función de portavoz socialista, para echar abajo las barreras electorales antidemocráticas que sirven de eficaz baluarte defensivo del actual sistema de poder establecido en la Comunidad Autónoma, bajo la hegemonía de Coalición Canaria y, sobre ésta, el predominio político de ATI (permítanme utilizar ésta denominación, que todo el mundo entiende).

La Proposición de Ley, de artículo único, pretendía asimilar las barreras electorales que se aplican en la elección de diputados a la Cámara Autonómica a las que existen en la elección de consejeros de los cabildos insulares, de modo que se contabilicen en la fase de distribución de escaños aquellas candidaturas que hayan obtenido al menos el 5% de los votos válidos en la circunscripción insular, que es la circunscripción electoral al Parlamento de Canarias.

La Proposición de Ley fue tomada en consideración, por unanimidad, por el Pleno del Parlamento. Fue informada favorablemente por el Consejo consultivo de Canarias. Y no fue objeto de ninguna enmienda por parte de los grupos parlamentarios.

El pasado 17 de diciembre, la Ponencia parlamentaria --que todavía no me explico para qué se constituyó, ya que su objeto en el procedimiento legislativo es exclusivamente estudiar las enmiendas presentadas y elaborar un Informe, incorporando unas y rechazando otras, para facilitar el trabajo de la Comisión Legislativa que preparará el debate definitivo ante el Pleno de la Cámara-- acuerda “mantener el texto de la Proposición de Ley en todos sus términos”, al no haberse presentado contra el mismo ninguna enmienda.

En la Comisión Legislativa de Gobernación, CC y el PP votaron en contra del Informe de la Ponencia, con el objeto de impedir su debate y votación ante el Pleno. El presidente del Parlamento ha hecho unas manifestaciones sobre la inoportunidad de debatir un asunto como éste en vísperas de las elecciones, sin caer en la cuenta que el procedimiento legislativo es el más importante, y el que mayores garantías posee, de todos los procedimientos que existen en el Estado de Derecho. Porque es la Ley, fruto de la decisión del órgano que representa a la ciudadanía, la que enmarca la acción del poder judicial y de las Administraciones Públicas. Pero, a estas alturas, lo doy por imposible.

A continuación, el Grupo Parlamentario Socialista debería haber presentado, en el plazo de 48 horas desde que se aprobó el dictamen de la Comisión, un escrito expresando su voluntad de recuperar el Texto de la Proposición de Ley (rechazado por la Comisión) para su defensa ante el Pleno, ejerciendo así su derecho fundamental a participar en la función legislativa y, de paso, reafirmando el orden jurídico establecido en la Constitución, el Estatuto de Autonomía y el Reglamento del Parlamento de Canarias.

Pero, según mis informaciones -- ya que, a partir de la publicación del Informe de la Ponencia, se ha producido un apagón en la información oficial del Parlamento, hasta las 14.00 horas del 22 de marzo en que escribo estas notas-- el grupo Socialista no presentó escrito alguno ¡…¡.

¿Qué está ocurriendo? ¿Qué fasa-Renault, como diría Ramiro Rivas?

Según mi leal saber y entender lo siguiente:

Cuando el portavoz socialista manifestó su intención de reactivar la tramitación de la Proposición de Ley, a la vista del indisimulado propósito de CC y PP de aparcarla para siempre jamás, haciéndola decaer por la finalización de la legislatura, Coalición Canaria puso el grito en el cielo y les espetó con grande aspaviento que ESTÁ PACTADO EN MADRID DEJAR LAS COSAS COMO ESTÁN, además de SEPARAR LA REFORMA ELECTORAL DE LA FUTURA REFORMA DEL ESTATUTO.

Entonces……Entonces llegó el de Lugo, digo el de Blanco…. Y armado en la Gran Canaria con Guanarteme el Converso, mandó a parar. A partir de ahí, al portavoz socialista no le ha quedado otra que hacer como que ha defendido la Proposición de Ley de cara a la galería, por un lado; y, por el otro, a resignarse tocan !. Es lo que ha venido pasando con el Catálogo de Especies Amenazadas y con el acuerdo para separar la Reforma Electoral de la del Estatuto de Autonomía, del que este episodio no es sino un capítulo. Total, TONGO.

¿Tongo parlamentario?
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