sábado. 20.04.2024

O sea, que el control del partido pasa a manos de una baronesa encumbrada por dos caballeros, como Chaves y Griñán. Representa lo peor del felipismo rancio, apolillado, sin crédito. ¡Dios mío! ¡En qué manos estamos! Y a esta señora le han rendido culto y pleitesía muchos. Olé tus c. Esta señora, me gustaría conocer qué discurso político tiene, o si ha escrito algún tratado de ciencia política, que cambiará de arriba abajo el futuro de la humanidad. En lo que está muy preparada es en las luchas intestinas en el partido. Tuvo buenos maestros. El domingo en Ferraz siguió las mismas argucias, artimañas, puñaladas traperas de siempre. Todavía no se ha enterado que los tiempos son otros muy diferentes. Que los partidos políticos exigen democracia. No en vano, irrumpió el 15-M, que modificó la agenda política.

No me resisto a señalar lo que le dijo recientemente Borrel: “Esta señora se debió enterar y llegar a la conclusión después del 26-J que con 85 diputados hay que ir a la oposición y también que no se pueden hacer unas terceras elecciones. Pues explíquemelo, cómo. Si tenemos que ir a la oposición, se necesita un gobierno. Será necesaria la abstención patriótica”. ¡Ah amigo! Decir esto sólo está al alcance de valientes. Que lo haga otro. Diga “hay que defender la abstención” y luego vaya a una asamblea socialista de Dos Hermanas. ¡Ah, amigo! Eso no. Preséntese a unas primarias ante la militancia. Ahí se demuestra la talla política. Pero cómo va hacerlo si tiene que salir a escondidas de la sede de Ferraz. Es mucho más fácil salir en un congreso, cuyos delegados en su mayoría son estómagos agradecidos, que no han hecho otra cosa en su vida que dedicarse a la política. Se afiliaron a las Juventudes Socialistas, colocaron cuatro carteles en las elecciones municipales de su pueblo, salieron concejales, a la siguiente diputado provincial o autonómico. Y luego a la ejecutiva. ¿Le suena, Baronesa? ¿Le suena Verónica Pérez? Esta última, fue la que se presentó ante la sede de Ferraz diciendo altanera “En este momento la única autoridad que existe en el PSOE soy yo". ¡Vaya espectáculo! Dijo bien Borrell, que no era un golpe de estado, pero que si lo fuera, debía haberlo preparado un sargento chusquero. Se quedó corto, debió ser un cabo primero. Por cierto tal trayectoria política de no pocos políticos socialistas, especialmente andaluces, la describió en la bodeguilla Felipe González, que parece le molestaba tanto que incluso señaló que le pasaba por la cabeza prohibir las Juventudes Socialistas, según testimonio de Tom Burns Marañón.

Por otra parte, retorno a lo dicho por Borrell en la entrevista. Además de una crítica justificada al papel vergonzoso del grupo Prisa en el cese de Pedro Sánchez. Al respecto remito a mi artículo publicado en Nueva Tribuna, El Grupo PRISA, paradigma de poder salvaje, Borrell dijo con todo un ejemplo de sentido común que algún día, si la izquierda quiere volver a gobernar este país, tendrá que hablar con Iglesias, entre, además de sus 5 millones de votantes, porque muchos de los hijos de los socialistas se han decantado por Podemos. ¿De dónde han salido y por qué los 5 millones de votos de Podemos? Que el bipartidismo ya no existe. ¿Todavía no se enteran? Que los tiempos políticos son otros.

¡Ah! Perdón, seguro, que nuestra nueva lideresa, que será nuestro faro en esta travesía del desierto, con su inteligencia, empuje y perspicacia ya tiene la estrategia diseñada para recuperar esos 5 millones de votos. Con su actuación de ayer en Ferraz, ya ha recuperado 1 millón, como mínimo. Vamos por buen camino.

Susana, nuestra nueva lideresa
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