viernes. 29.03.2024

Por Mare Cabrera

El Ayuntamiento de Teguise promueve una iniciativa de participación para todos sus ciudadanos. El alcalde recibirá hasta el 30 de julio las sugerencias de los vecinos de todo el municipio vía internet. Todas estas sugerencias serán evaluadas y publicadas en la página www.teguise.es. Una vez esto ocurra y se cumpla el plazo, Juan Pedro Hernández se reunirá con los vecinos para tratar sobre la situación de los pueblos y las mejoras sugeridas. Incluso, si alguna de las peticiones de los vecinos culmina en alguna obra o necesita de una rueda de prensa, será gustosamente invitado el precursor de la idea y se le hará en parte protagonista, siendo recompensado de esa forma por su labor en favor del municipio.

Bien. Tengo un amigo que diría que esto es el colmo, que encima nos ponen a trabajar a nosotros porque a estos pobre diablos no les quedan ni ideas. Vale. Pero si miramos los argumentos de la campaña llamada "Si yo fuera alcalde..." podemos entender que tiene cierta lógica. ¿Quién sabe y conoce mejor que los vecinos las carencias o aspectos mejorables de su pueblo o barrio? ¿Quién tiene que aguantar la señalización mal colocada, inútil o -lo que es peor- confusa? ¿Quién mejor que ellos saben que de ser extranjeros en según qué zonas no llegarían al lugar turístico o de interés que buscan porque siendo oriundos hasta a ellos les cuesta encontrarla? ¿Quién soporta la deficiente limpieza de las calles, las quemas de rastrojos ilegales, el estado de algunos animales atados en un palo de mala muerte y fritos por el sol en una casa medio derruida? ¿Quién conoce la falta de respeto a las normas de algunos cazadores? ¿Sabrá alguien mejor que ellos del desaprovechamiento de algunas tierras no sólo para el cultivo sino también para las zonas de recreo, o del estado de algunos teleclubes de según qué pueblos? ¿Y de la malísima –por no decir nula- iluminación de algunas zonas, lo que hace imposible el disfrute de un paseo nocturno si no quieres hacerlo a oscuras del todo?

Las carencias y problemas de los pueblos son diferentes, aunque no totalmente alejadas de los problemas que encontramos en la capital. Me atrevo a decir que el carácter de sus habitantes tampoco es el mismo, y por lo tanto sus necesidades, costumbres y peticiones serán diferentes. Las sugerencias (alguna habrá en tono de broma, me atrevo a adelantar) que llegarán a la página web pueden ser muy válidas y además llevarse a la práctica si se llega a acuerdos, pero me temo que no tiene en cuenta el poco o nulo acceso de los mayores a Internet. Es una verdadera pena que no se escuche la voz de los más viejos y casi siempre sabios, que con su tono socarrón invierten las palabras como ahorrándolas, porque con los años aprendieron que las cosas más importantes se dicen en frases pequeñas.

Si yo fuera alcaldesa
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