El caso de Martín Alonso, el padre expulsado del último pleno del Cabildo insular, ha conmovido a toda la sociedad insular obligando a los políticos a emprender acciones y fijar su vista en un grave problema que padece al menos una veintena de familias conejeras. En el caso de Yeray, el hijo de Alonso, el PIL se comprometió a comprar una grúa elevadora para que los padres del chico puedan moverlo de la cama. Por su parte, la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, prometió hacer todo lo que esté en sus manos para permitir el ingreso de Yeray en el centro de educación especial Nuestra Señora de los Volcanes, en Tahiche.
La historia de Yeray, que parece encaminarse hacia un buen fin después de la campaña mediática en torno a su caso, no es, sin embargo, la única en Lanzarote. Otras familias se enfrentan a enormes dificultades para poder atender a sus seres más queridos aquejados por la discapacidad y darles una mayor calidad de vida. Es el caso de Rosa Martín, la madre que cuida a dos hijos discapacitados.
Enterada de la grave situación de la familia de Rosa Martín, la concejala de Asuntos Sociales de Arrecife, Emilia Perdomo, visitó este lunes el hogar de la familia acompañada de Rosario González. Salió de la casa muy impresionada, dispuesta a emprender varias iniciativas para ayudar a ésta y otras familias en similar situación. “La familia vive en un segundo piso de un edificio con escaleras muy estrechas, con lo que no hay posibilidades de instalar un elevador” para permitir que los niños puedan salir más a menudo a la calle, dijo Perdomo este martes en declaraciones a este diario. La solución pasa por un cambio de vivienda, ya que se trata de una casa de protección oficial. Asuntos Sociales trabaja desde este mismo martes en un informe que la propia Emilia Perdomo transmitirá, una vez esté listo, a la consejera de Bienestar Social del Gobierno canario, Inés Rojas. “Queremos que Rosa Martín tenga una vivienda en un bajo, con acceso directo a la calle”, señaló Perdomo.
Centro de ‘respiro familiar'
Por otra parte, consciente de la problemática existente con la atención a minusválidos, el Ayuntamiento trabajará en una serie de iniciativas encaminadas a ayudar a las familias de la capital afectadas. Lo hará “a pesar de no tener competencias en materia de atención a discapacitados”, recordó la concejala de Asuntos Sociales.
Una de las propuestas que quiere promover Perdomo es un centro de “respiro familiar” en Arrecife, donde las familias puedan dejar a sus hijos por unas horas a la semana y así tener la posibilidad de descansar de la enorme carga que supone atenderlos.
Se busca silla para una niña de 4 años
Por otra parte, Rosario González, alentada por el éxito de la campaña para ayudar a Yeray que cristalizó en la iniciativa del PIL para adquirir un elevador, hace un nuevo llamamiento a la clase política y empresarial. Esta vez para conseguir una silla de ruedas especial para una niña discapacitada de 4 años. “Se trata de una niña que vive en el seno de una familia numerosa, sin apenas recursos económicos” para cubrir las necesidades de la pequeña.
En este caso, el Colectivo lanzaroteño de Minisválidos (COLAMI) ya se ha comprometido este martes a prestar una silla a esta niña hasta que se pueda adquirir una que se quede definitivamente en la familia.
