jueves. 28.03.2024

Tuvieron que ser los propios familiares o incluso ciudadanos anónimos los que descubrieron los cadáveres de las chicas desaparecidas el año pasado en la Isla. Lo que una buena parte de la población lanzaroteña entendió como falta de efectividad por parte de la policía es algo que por desgracia no sólo sucede aquí. La falta de medios o de preparación de los cuerpos de seguridad del Estado, son a juicio de varias asociaciones de familiares de desaparecidos, la causa de que a día de hoy haya unas 14.000 personas en paradero desconocido.

Manuel Jaime es el presidente de Inter-SOS y en su caso fue su suegro quien desapareció. Tuvieron que esperar seis años para que la casualidad de unas obras cercanas a su domicilio revelara la sepultura del hombre. Está convencido de que si la policía hubiera actuado inmediatamente, sin esperar 24 horas desde que realizaron la denuncia, su suegro, que padecía Alzheimer, habría aparecido vivo como mucho, en unos días. “Por eso, seguimos batallando por el tema de las famosas 24 a 48 horas que hay que esperar desde que desaparece la persona”. En este sentido, explica que “no hay ninguna ley que obligue a esperar todo este tiempo antes de iniciar las investigaciones así que nosotros decimos que es una fea costumbre con buena intención”. Cree que “la policía sabe que eso no es una ley y que se ha dado orden por parte de instancias superiores de que en cuanto se presente una denuncia se inicie la búsqueda, pero todavía queda un 0.1% de grupos policiales en los que prefieren esperar por si la persona vuelve y nosotros tenemos a más de 70 familias que todavía están esperando a que vuelvan”. Asegura que “es muy importante que se haga caso inmediatamente a la denuncia porque quien la hace es quien mejor conoce las circunstancias de la persona que ha desaparecido y porque esas primeras horas son vitales”.

En cuanto a los casos acontecidos en Lanzarote, explica que “pocos casos de los que son resueltos son encontrados por la policía; o se produce gracias a la casualidad o es un señor que está paseando el perro o un excursionista o un milagro de Dios”. Piensa que “no hay efectivos y nosotros llevamos ya mucho tiempo reclamando un cuerpo especializado que se dedique sólo a investigar los casos de las personas desaparecidas y para ello nos hemos reunido con el presidente del Congreso, con la alta jefatura de la Policía Nacional y con ministros y ahora hemos conseguido que la policía autónoma catalana tenga ese grupo operativo pero esto es algo que tiene que haber en el resto de España”. Comenta que “ahora estamos esperando la creación del nuevo Gobierno para volver a insistir en este tema”.

En cuanto a la formación que reciben los policías dice que “fue a raíz de la aparición de las asociaciones de familiares de desaparecidos cuando se empezó a tomar conciencia de lo que estaba pasando y quedó claro que a todos, a los jueces, a los policías o a los abogados les falta una instrucción e información de lo que pasa cuando una persona desaparece, sobre los distintos tipos de desapariciones o el sufrimiento de las familias”. Por eso, piensa que “los policías, que son los primeros que tienen que actuar, tienen que estar muy bien instruidos”.

Recuerda que en otros países europeos como Bélgica, Alemania e Inglaterra ya existe este tipo de cuerpo especializado que ha llegado a la máxima especialización en Estados Unidos.

Cree que “la policía hace lo que puede con lo que tiene y es verdad que falta presupuesto para dotarles de más medios”. Dice que “la falta de operatividad no es tanto por dejadez de algunos policías como por la falta de medidas llevadas a cabo desde el Gobierno”.

Justificaciones policiales

Según apuntan las estadísticas, sólo el 0,1% de las denuncias son catalogadas como casos de alto riesgo por parte de la Policía Nacional y la Guardia Civil. Dice Jaime que “eso que se lo digan a los familiares de las personas desaparecidas y ya verás lo que contestan”. Asevera que “como no se saben las circunstancias de la persona que está en paradero desconocido, hasta que se las encuentra, todas son de alto riesgo”.

Otra justificación se basa en que algunos de los individuos que han desaparecido lo han hecho por voluntad propia y no quieren que se les encuentre. Manuel Jaime dice que “primero habrá que encontrar a la persona y si dice que no quiere ponerse en contacto con la familia no pasa nada pero que por lo menos la policía informe a los familiares de la situación”.

Se lamenta el presidente de Inter-SOS de la desaparición de programas como “Quien sabe donde” de Paco Lobatón ya que en su opinión, fue de gran ayuda en su momento. Asegura que “los profesionales que estaban en plantilla tenían otra forma de trabajar mucho más efectiva”.

También cree que Internet se ha convertido en una gran herramienta a la hora de resolver estos casos, no sólo porque la policía puede compartir una base de datos, sino porque la población en general puede acceder a páginas como la de su asociación.

Se necesitan CSI españoles
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