Por Francisca Duque
Los políticos en Canarias
por su tierra no han luchado,
la han llevado a la ruina
y a todos nos han fastidiado.
Pobrecitos marineros
con los barcos amarrados
y no pueden ir a pescar,
no tenemos ni una sardina
para podernos remediar.
Con un puñito de gofio,
unas batatas sancochadas
y un cachito de queso duro
no nos vendría mal.
Qué bellos fueron los campos
de mi Lanzarote amada,
hoy están llenos de aulagas
corrigüelas y malvas.
Al pobre campesino
no lo dejan trabajar
vienen los del SEPRONA
y no lo dejan respirar.
Recuerdo a los ganaderos
con sus cabras en las montañas
y hoy sólo veo
antenas por mis ventanas.
Con tanto modernismo
seguro que van a arrancar
los parrales de La Geria
ni las sepas van a dejar.
¡Vaya políticos gandules
que los bolsillos se han llenado
el pueblo poco le importa
y bien que lo han demostrado!.
(Este párrafo corresponde al libro “100 días de gobierno y cuatro años de desgracia”)