viernes. 19.04.2024

Aunque Marcial Martín entiende perfectamente que la manifestación del pasado miércoles convocada por cuatro sindicatos exigiendo la readmisión de 18 trabajadores despedidos por el Ayuntamiento de San Bartolomé es un derecho ciudadano, en absoluto ha cambiado su discurso sobre la necesidad de ajustar la plantilla de la Administración local y de reducir gastos superfluos.

Para el alcalde, lo sustancial no son las cifras que manejan los medios de comunicación y la Policía sobre el número de manifestantes ni tampoco el carácter “insular” de la concentración “en defensa del empleo público”, sino el “diseño del futuro” para mantener los puestos de trabajo en San Bartolomé.

Martín tiende la mano a los trabajadores pero advierte de que no está dispuesto a seguir pagando “nóminas que sobran”. Los sindicatos han pedido la apertura de una mesa de diálogo con el fin de buscar salidas al conflicto laboral.

“No es soberbia”

El alcalde además niega que los despidos correspondan a un ejercicio de soberbia o de autoritarismo y afirma que gente del municipio ha aplaudido la medida diciéndole incluso que debió tomarla antes. Como lo hiciera en una rueda de prensa en el mes de diciembre, Martín recordó en Agustín Acosta Radio que cuando el grupo de gobierno PSOE-PIL tomó el control del Ayuntamiento encontró una deuda de 24,4 millones de euros y que ante semejante obligación no se podía tomar otro camino que hacerle frente.

En palabras de Martín, “con lo que no contábamos era con la crisis económica y financiera que continúa destruyendo puestos de trabajo”. En Lanzarote se han perdido más de 5.000 puestos de trabajo en la iniciativa privada, subrayó el mandatario, “pero no he oído ninguna voz que los haya apoyado”. El alcalde cree que la decisión de despedir gente es más de responsabilidad que de valentía y lamenta que los despidos hayan sido politizados. No obstante, a Martín lo que le parece grave es que se haya utilizado su pueblo “para hacer política de carácter insular”. El alcalde además desmiente con rotundidad que la prestación de servicios municipales se recienta por los despidos.

152 trabajadores “a dedo”

A Marcial Martín lo sacaron de sillón de alcalde en agosto del año 2000 con una moción de censura. Para entonces la plantilla del Ayuntamiento era de 140 trabajadores, pero en junio de 2007 la nómina ya había subido hasta los 252 trabajadores. El alcalde denuncia que 152 trabajadores fueron puestos “a dedo” por los responsables políticos de la época, los mismos que se proclaman ahora como salvaguardas de la gestión pública.

“Esto provocó el aumento de la masa salarial del Ayuntamiento de una forma insoportable”. Según Martín, lo que ha hecho el actual grupo de gobierno es “reorganizar” el Ayuntamiento advirtiendo de que aún queda muchísimo por hacer.

Si hay nueva hecatombe económica, adelantó, habrá más recortes, “pero no recortes de servicios a los vecinos”. El alcalde dio como muy buena noticia la adjudicación del alumbrado público de Güime y augura que el municipio al completo gozará de iluminación gracias a la inversión prevista con los fondos estatales de fomento al empleo.

San Bartolomé está dispuesto a dialogar pero no a seguir pagando “nóminas que sobran”
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