sábado. 20.04.2024

Por INA

Lo primordial aquí, para que meramente exista, es pensar, no pensar en qué o en quién, sino simple y llanamente pensar, cualidad humana por excelencia, no le pidamos nada de esto a los animales o plantas, aunque a veces, y sobretodo los primeros, pueden parecer tener más consideración con nosotros que nosotros mismos hacia nuestro ser como al de quién a nuestro lado se encuentra, o no, y pase por aquí mañana sin que le veamos o sepamos siquiera de su existencia, de lo que si podemos estar seguros es de que alguien, algún día, cercano o lejano, pasará por allí y nos reconocerá tanto por todo lo bueno que podamos haber hecho o dejado como por lo malo, de una o de otra va a depender la impresión que tenga y más importante, el agrado que sienta al estar donde nosotros estuvimos ayer.

El que esta nueva persona pueda disfrutar como nosotros lo hicimos dependerá de sí nos hemos preocupado en mantenerlo todo como cuándo llegamos por primera vez, un tiempo que, durante aquel momento, nosotros si gozamos porque nada hubo que interfiriera nuestro vivir, pudimos leer porque todas las luces encendían, pudimos caminar porque no había agujeros en los caminos, pudimos hablar porque todas las puertas estaban abiertas, pudimos charlar por que había quién nos escuchara, pudimos volver porque nos gustó y así lo hicimos.

Durante muchos años han pasado tantas y tantas personas, que cualquier memoria se siente traicionada y se ve incapaz de recordarlos a todos, porque tampoco es lo importante, han cambiado las modas, las maneras de hablar y de expresarnos, pero tampoco esto es lo importante, lo verdaderamente importante es que siguen viniendo y lo seguirán haciendo mientras nosotros los que estamos tengamos la consideración de pensar en los que vendrán, para que tengan lo mismo que nosotros o quizá mejorado, y los que vengan la confianza de haber elegido correctamente.

El respeto como vemos es una manera de vivir, de ser, de ver la vida, de compartir, sabiendo primordialmente que no estamos solos y si esto se produjera algún día no nos haría falta más que pensar en nosotros mismos y en como queremos vivir para saber como tratar luego a los demás, no es una manera de hablar o de vestir, no son las apariencias, que nos pueden provocar engaños por ideas preconcebidas, es la consideración y la confianza lo que le dan la forma, es la práctica lo que permite su uso.

Respeto
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