sábado. 20.04.2024

Por Martino

No lo intentes forastero, si buscas ideología en un partido político, inútil empeño, es como tratar de ver agujas en pajares o atisbos de ética en Tele Cinco. Mejor sería que buscaras la cuadratura del círculo o la Hipotenusa del Triángulo de Las Bermudas. No mires más allá, los políticos no saben diseñar el futuro, excepto el suyo propio, así que agárrate como una lapa al carpe diem.

“Qué descansada vida la de aquel que huye del mundanal ruido y sigue la escondida senda por donde han ido los pocos sabios que en el mundo han sido”. Desde luego, una verdad como un templo. No se piensen que los monjes de clausura o los ermitaños viven mal, todo lo contrario, quienes vivimos mal somos nosotros, esclavos del tiempo, sirvientes de varios señores y derrotados por el loco afán de poseer, de ser los más ricos, los más jóvenes, los más elogiados nosotros y ellas, al menos algunas, es la última tendencia, las que más tetas tengan del cementerio. Loco empeño, vive Dios, pero Dios vive muy lejos, si es que vive.

“Lloré y lloré porque no tenía zapatos hasta que vi a un hombre que no tenía pies”. Así es si así os parece, nos quejamos por nada, nos quejamos por todo, somos auténticas plañideras, lágrimas de cocodrilo que resbalan como gotas frías sobre las esperanzas de los que verdaderamente lo pasan mal. También hay que decir que quien inventó la frase esa,“ El que no llora no mama”, acertó, pero no deja de ser un mamón.

No, ni mucho menos le echo la culpa a Zapatero, viene de más atrás, nunca hubo una época tan desangelada como la actual, en la que los limones no huelen a limón, los hombres y mujeres ni se sabe a qué huelen, y los niños, por nuestra mala cabeza, llevan años de adelanto en el nefasto arte de envejecer y envilecer, un grupo de quinceañeros apaleaba no hace mucho a una mujer en Medina del Campo, así por las bravas y con el conocimiento de su impunidad.

Tiempos extraños y confusos en los que, desde los vertederos del alma se pretende llegar a una extraña perfección, a la asepsia total llena de prohibiciones, al caos vigilado con cámaras, y lo peor es que lo están consiguiendo con mentiras, oscurantismos y verdades a medias. El tenebrismo no es sólo una concepción del arte con más sombras que luces, es también una actitud política y de las multinacionales del tedio, vamos de los MAGNATES, de los que “magnan” no, de los que maman.

Tú veras, si dejas en manos de los políticos la cultura, las artes y las letras, acabarás siendo tan culto, artista y letrado como ellos. Tate que sí.

Reflexiones al peso
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