Por Ramón Pérez Hernández
Los Concejales de “AC25-M”, “PP” y “PIL”, interpusieron sendos recursos de reposición contra la, quizás, ilegal aprobación “definitiva” del Plan Especial del Puerto de Arrecife (“PEPA”) por el Pleno mixturado por los errantes del PIL, y CC y PSOE. Las diversas razones expuestas por los concejales reclamantes son tan clarividentes que ponen al descubierto los infundados, improcedentes y malintencionados actos programados en este largo y avariento proceso por los políticos “gallo” del inútil y cicatero grupo de desgobierno que, fatalmente, nos ha tocado en “suerte”. Opino que la Sra. alcaldesa de Arrecife, con sus decepcionantes y ramplonas críticas a los Concejales recurrentes (evidentemente, inmerecidas): ...”estos recursos son una forma de hacerse notar”...; ...”carecen de ideas para gobernar y de planteamientos para el desarrollo de la ciudad...”, no solo pretende objetar el respeto que merecen los concejales en el libre ejercicio de sus inalienables derechos a defender el interés general, sino que, despiadadamente, repudia el orden jurídico de la finalidad de los recursos de reposición interpuestos por estos señores, que es la de facilitar al Pleno “gallo” municipal que nos ha tocado en “azar”, la posibilidad de que rectifique su equivocada decisión, evitando de esta forma un procedimiento adverso ante la Sala de lo Contencioso Administrativo del TSJC [cuantiosos gastos de caudal público; exageradas demoras que para el natural y justo desarrollo del litoral portuario conllevará, etc.] y posibilitando la actuación del Pleno conforme a la Ley, ya que, clarito como agua de mayo, el embustero y sórdido “PEPA” aprobado perjudica notoriamente el interés público y merece un castigo con rigor por no contar con el apoyo de la mayoría de los ciudadanos. Real como la vida misma que todo el trámite del PEPA adolece de nulidad radical y, sin entrar en pinceladas sobre los fieros intereses especulativos que todos conocemos, resaltar la sangrante obligación legal, incumplida satíricamente, de sacarlo de nuevo a información pública para recibir alegaciones motivadas por el cambio sustancial introducido por la autoridad portuaria, después de la aprobación inicial, por el subsanable motivo de que los planos de la aprobación “inicial” son diferentes, a los modificados posteriormente y aportados en la injustificada aprobación “provisional”. Por supuesto que los ciudadanos ni somos niños de teta, ni comulgamos con ruedas de molino...
