viernes. 19.04.2024

Por Serapio Manuel Rojas de León

“¿Por qué estoy yo aquí? Se equivocan, están equivocados, yo no maté a Benjamín!”

(Youssef Anzaha)

Continuación del XXI … ¿Pero quién es, qué es Youssef Anzaha, para que cinco Guardias Civiles, un Fiscal, una Secretaria Judicial, una Juez, y dos Forenses, se hayan enredado de esta manera tan absurda, incomprensible, estúpida y sin sentido, para primero encerrarlo, después culparlo y conseguir su condena, preparando un Atestado Policial y una Instrucción Judicial impresentables?

Seguramente, todos los anteriores pensarían que Youssef Anzaha no era más que un inmigrante marroquí ilegal. Un moro que a nadie le va a importar. Pensarían, quizás, que total, veintiún años en la cárcel de un desconocido isleño se pasan volando y a otra cosa, mariposa.

Ya estarán viendo y leyendo, que no es tan fácil desligarse de lo que han hecho mal a conciencia, aunque haya sido contra un moro. Contra un inmigrante. Contra un ilegal. En realidad, señores, cuando presuntamente prepararon esta inmoralidad, esta injusticia, esta indecencia, lo estaban haciendo contra una PERSONA.

Ese mentiroso Atestado Policial y esa abominable Instrucción Judicial, así como a sus protagonistas, se les debería llevar ante los Tribunales de Justicia y pedir Justicia de Verdad ante tal aberración. Tampoco se puede calificar lo de estos dos profesionales de la medicina forense, que cambiando de opinión y contando mentiras sin argumentos, contribuyeron a la condena del Inocente. Por ello también deben pedírseles las oportunas explicaciones. Todo se andará. El Supremo de España no se ha pronunciado todavía.

“La Verdad escuece. Por eso es la VERDAD”. … CONTINUARÁ.

XXII

… Se hace difícil continuar ante tantas indecencias cometidas por parte de profesionales a los que no se les debiera cuestionar su labor. Es inmoral y deshonesto, que conociendo la infamia no la hagamos pública. Se tiene que denunciar para que cunda el ejemplo de que la potestad nunca otorga inmunidad. No puede actuar nadie a capricho de las simpatías o las antipatías que profesan las personas, por mucha Autoridad y Poder que se tenga.

No es más verdadera la declaración de un Capitán de la Guardia Civil, la de un Forense, o la de un Fiscal, por el hecho de los cargos que ocupan y los títulos que ostentan. No tiene porqué cuestionarse la verdad de un detenido o la de un Abogado de la Defensa, por el hecho de ser sospechoso o en el caso del Letrado, por realizar su trabajo defensor. La verdad de sus acciones la transmite la conciencia de cada cual, no las responsabilidades ni el poder que se presume.

Se puede trampear, tergiversar, incluso mentir, para conseguir el objetivo. Pero a la VERDAD no la sustituyen documentos, ni la cambian los papeles confeccionados a conveniencia para engañarla. A la VERDAD, no la pueden ocultar ni la hacen desaparecer los cambios de opinión, por muchos títulos que muestren los que pretenden esconderla

Todos podemos equivocarnos en la apreciación de la verdad, porque por ello somos personas. Ocurre, sin embargo, que cuando determinados responsables se dan cuenta del terrible error cometido con sus decisiones, no rectifican. No dan marcha atrás, ni piden disculpas. Siguen en sus puestos y cobran igual como si nada hubiera ocurrido. Miran a otro lado y esperan a que el tiempo lo difumine todo y a todos.

Sucede, al contrario, que son los inocentes los que pagan con creces la Injusticia de sus incompetencias, de sus apreciaciones erróneas, de la confección a conciencia del mal para hacer daño porque sí, y no encuentran estos inocentes la comprensión a su defensa. Una inocencia que es cambiada a culpabilidad preparada, por la incorrección de quienes tienen el deber y la obligación de velar por los derechos y libertades fundamentales de las personas.

Por ello, a quienes ejercen ese ejercicio de creerse que pueden decidir y hasta preparar la culpabilidad de un inocente hasta conseguir su condena, se les debe apartar y repudiar inmediatamente. Una sociedad no puede permitirse individuos de esa total peligrosidad. Da igual que sea Juez, Fiscal, Agentes de Seguridad, Políticos, Forenses, o cualquier otro profesional, que con su titulación, contribuya a cercenar la libertad y los derechos de cualquier persona.

“No hay mayor Injusticia, que la de la Justicia Equivocada”. (Alejandro Dumas (Padre) en 1.844, cuando publicó su novela El Conde de Montecristo)

En esta causa que nos ocupa, a los Miembros del Jurado se les manipuló descaradamente para que a quienes mentían se les creyera, y a quienes contaban la verdad, se les consideraran mentirosos.

Le dijo el Fiscal a los Miembros del Jurado lo siguiente: “A la hora de analizar las pruebas, ustedes tienen que analizar también en primer lugar, si es más sencillo que estas cuarenta personas seamos unos mentirosos, unos tramposos, incluyendo a los testigos, e incluyendo los de la defensa que luego diré, o es más lógico que el acusado mienta y su abogado mienta por él, porque es su trabajo. Y yo les pregunto: ¿qué es más lógico?

Por supuesto no les voy a mentir, yo les doy datos”

¿Qué les parece este alegato del señor Fiscal? “ … es más lógico que el acusado mienta y su abogado mienta por él, porque es su trabajo” Ahora resulta que el trabajo de los Letrados que defienden a sus clientes, según este Fiscal, tienen por labor profesional la de mentir. Y los inocentes, por supuesto, según este profesional de la fiscalía, también mienten. Todos mienten, menos él.

Este Fiscal debe creerse poseedor de la Verdad Suprema y la Razón más Absoluta. ¡Qué peligro! Debe creerse este Fiscal, que él, es el más honesto de todos los honestos. Pero no. También es una persona. Una persona con sus virtudes y sus defectos. Sus ambiciones y sus vicios. Un mortal normal cualquiera. Y también se equivoca. También miente. Y mentir, señor Fiscal, tampoco es su oficio.

Es evidente, que el Fiscal puso en un compromiso a los Miembros del Jurado con semejante alegato. ¡Pero qué curioso! El señor Fiscal sabía que una parte del Atestado Policial era una mentira chapucera, y la Instrucción Judicial una invención preparada para encerrar al inocente. El señor Fiscal sabía que algún Guardia Civil es un mentiroso empedernido y que algunos Testigos de la Acusación habían mentido descaradamente, como es el caso de los forenses, por mencionar sólo algunos.

“Por supuesto no les voy a mentir…” Y resultó que con sus hipótesis, sus invenciones y sus datos mentirosos, los Miembros del Jurado le creyeron a este Fiscal como a un hombre de Ley, sin intuir que lo que buscaba el actor justiciero, era realmente la condena de un inocente para añadirse otro éxito profesional, sin importarle las consecuencias para con el condenado.

No perdamos de vista la manifestación del doctor que estaba de guardia en el Centro de Salud de Playa Blanca:"Sobre las 12,00 horas del mediodía examiné a la víctima comprobando su fallecimiento. Por lo observado in situ, pude comprobar que la sangre emanada de la víctima no había coagulado demasiado y la más cercana al cadáver se encontraba todavía algo fresca. Por la edad de la victima, y el estado de rigidez que presentaba a esa hora, (12,00 h) este profesional estima que la data de la muerte pudo producirse entre las dos horas y media o tres horas antes, es decir, a partir de las 9:00 o 9:30 horas.”

¿Por qué debemos considerar y tener muy en cuenta la manifestación de este profesional de la medicina? Sencillamente por dos cuestiones muy importantes: Las declaraciones de los dos sobrinos de don Benjamín Santana; la testigo Folio 47 y el Testigo Folio 51, ya que corroboran la profesionalidad de este doctor en el análisis y visión del escenario del crimen, además, de su posible acierto, con la estimación de la muerte de la víctima.

Esta sobrina de la víctima (Testigo Folio 47), había estado en ese lugar a las 8:15 horas de la mañana junto con su madre. Dos personas que a esa hora no observaron ni visionaron ningún tipo de rastros de sangre. Cuando la sobrina de don Benjamín Santana regresó a ese lugar sobre las 11:30 horas, la situación en la que se encontraba el sitio, ya era diferente.

La sobrina de la víctima, la persona que desgraciadamente se encontró con el terrible suceso, le dijo a la Guardia Civil, el día 07 de octubre de 2009, en el Folio 48 de la Instrucción, lo siguiente: “Que cuando se encontraba próxima a la cancela pudo observar como desde el interior de la vivienda salía lo que parecía un reguero de sangre. Quiere hacer constar que a las 8:15 horas esas manchas de sangre no estaban, ya que la perspectiva que tenía a esa hora le permitiría verlas.”

Esta Testigo Folio 47, ratificó lo mismo ante su Señoría, la Juez Instructora, el día 11 de diciembre de 2009 en el Juzgado, y consta en el Folio 254 de la Instrucción. La sangre a la que se refiere esta Testigo, se encuentra formando un charco en el pasillo comunitario de las viviendas, que permite su visión desde que se accede a ese pasillo. Puede observarse en las Fotos números 3, 4 y 5 de los Folios 111 y 112 de la Instrucción.

Por tanto, si cogemos la segunda data de la muerte, que los mentirosos forenses hicieron constar en los segundos informes y rectificaciones posteriores, de que a don Benjamín Santana le mataron entre las 6:30 y las 7:30 horas de la mañana, la pregunta de los ignorantes, estimados forenses, es la siguiente: ¿Cómo es posible que a las 8:15 horas no estuviera ese charco de sangre en el pasillo? Dos personas estuvieron ahí a esa hora y no vieron esa sangre. “(Quiere hacer constar que a las 8:15 horas esas manchas de sangre no estaban, ya que la perspectiva que tenía a esa hora le permitiría verlas.”)

Pero veamos también la manifestación que le hizo a la Guardia Civil el sobrino de la víctima, el día 07 de octubre de 2009. En los Folios 54 y 55 de la Instrucción consta lo siguiente: “PREGUNTADO, para que diga exactamente que fue lo que tocó en el lugar de los hechos.

MANIFIESTA, que con el dedo tocó un poco de sangre

PREGUNTADO, para que diga donde se limpió el dedo.

MANIFIESTA, que se la quitó con el sudor de la mano, que no tenía sino una pizca de sangre, que no se limpió en ningún sitio.”

Estimados forenses, esto ocurrió sobre las 11:30 horas. ¿Cómo es posible que la sangre que tocó esta persona, le pudiera manchar el dedo, si habían transcurrido desde las 6:30 – 7:30, casi las cinco horas? ¿Todavía estaba fresca esa sangre? ¿Tan fresca, que se la pudo limpiar con el propio sudor de la mano? Si a las 11:30 horas esa sangre hubiera estado seca, o casi coagulada, este sobrino de la víctima, no se habría manchado el dedo al tocarla. Por lo tanto, es evidente que a esa hora, la sangre estaba casi líquida todavía y el doctor del Centro de Salud, lo corroboró incluso media hora más tarde, sobre las 12:00 horas “(…, pude comprobar que la sangre emanada de la víctima no había coagulado demasiado y la más cercana al cadáver se encontraba todavía algo fresca.)”

Es indiscutible que estas condiciones de la sangre no serían posibles si a Don Benjamín Santana le hubieran matado desde las 6:30 – 7:30 horas. ¿Verdad, señores forenses mentirosos, que es más lógico que la desagraciada muerte de don Benjamín Santana se hubiera producido entre las 9:00 y las 10:30 horas de la mañana?

Pues sí. Eso es lo más lógico. Y en ese intervalo horario de 9:00 – 10:30 horas, no podía ser Youssef Anzaha el asesino. Han colaborado ustedes, señores forenses, con la condena de un Inocente al mentirles descaradamente a los Miembros del Jurado, cuando sin justificación convincente, insistieron en ese cambio de la data de la muerte de 9.30 – 10:30, por la de 6:30 – 7:30 horas.

Sólo con una ojeada a las características de la sangre y a las condiciones en las que se hallaba el cadáver, cosa que ustedes, señores forenses mentirosos, no hicieron en ningún momento, puesto que nada de esto consta en sus informes, se podía intuir que no es necesaria ninguna autopsia, pues es de sentido común que la víctima no sufrió su agresión mortal casi cinco horas antes. Por eso no es creíble su cambio de la data de la muerte 40 días más tarde, y mucho menos creíble es la justificación que ustedes pretenden para ese cambio a conveniencia horaria, y que es demasiado evidente que lo hicieron única y exclusivamente, para que se pudiera inculpar a esa persona.

Pero para divertirnos un rato, aunque no es causa de risa, sino más bien para el llanto, veamos la intervención del paranoico Capitán Instructor del Atestado Policial, que había venido desde Gran Canaria, ante los Miembros del Jurado: “… Luego, a lo largo de las horas, se forma un charco de sangre secundario, que ya sale al pasillo. Eso tardó lo que tarda en fluir la sangre. Tarda varias horas. Ese charco se formaría bastantes horas después, cuatro o cinco horas después.”

Con total ironía, hay que decir que este Capitán nos da toda una lección sobre la fluidez de la sangre. Sin embargo, se conoce que la sangre premortem, ya que la víctima estaba viva cuando fue apuñalada en la terraza, empieza su proceso de coagulación a partir de los diez o quince minutos. Si la víctima murió sobre las 7:00 horas de la mañana, es física y biológicamente imposible, que a las 8:15 horas, la sobrina y la cuñada de don Benjamín Santana, no vieran ese charco de sangre en el pasillo, que luego sí descubrió entre las 11:15 y las 11:30 horas de la mañana. “(Quiere hacer constar que a las 8:15 horas esas manchas de sangre no estaban, ya que la perspectiva que tenía a esa hora le permitiría verlas.”)

El Capitán, ya vemos que todo un experto en fluidez sanguínea, le indicó a los miembros del Jurado, que la sangre estuvo quietecita en la terraza desde el momento de la agresión sobre las 7:00 horas de la mañana, y luego, a partir de las 8:30 horas, después que abandonaron el pasillo la Testigo Folio 47 y su madre, esa sangre decidió darse un paseo bajando el escalón de acceso a la terraza y formar el charco en el pasillo. Pretende además, el Capitán, que nos creamos que la sangre decidió hacer esto, casi cuatro o cinco horas después de la agresión mortal. No se rían, por favor, porque no sabemos si los Miembros del Jurado le creyeron en esto, pero desde luego, a lo que se ve, algo les influyó.

Si además, según el señor Fiscal, los sobrinos de la víctima mienten, Testigos que en el Juicio volvieron a insistir en lo mismo, y por tanto no tenían ninguna necesidad de mentir, es evidente que contaron la Verdad. Sin embargo, los miembros del Jurado, creyeron con su razón, las mentiras del Capitán, la de los Forenses y las del Fiscal, puesto que esos sí que mintieron debido a que no pueden justificar la confección chapucera de algunos informes, de ese cambio de la data de la muerte de una persona 40 días después, de la incalificable fiscalización de la Instrucción y del mentiroso Atestado Policial.

El señor Fiscal insistía ante los Miembros del Jurado con lo siguiente: “… el 16 de noviembre pone: en Arrecife la autopsia que se realiza a las nueve y media el día 07 de octubre de 2009. Es decir, que no hay ninguna duda de que no hay cambio de fechas, ni hay cambio de criterio, ni hay cambio de nada. Aquí no se manipula absolutamente nada”.

Pero señor Fiscal. Usted, de verdad, no puede creerse eso. Si el 07 de octubre de 2009 la data de la muerte era de 9:30 – 10:30 horas y el 16 de noviembre la cambiaron por el intervalo de 6:30 – 7:30 horas, cómo coños puede asegurar que no hubo cambio de criterios, ni cambios de nada, ni que “no se manipula absolutamente nada”. Entonces, según Usted, señor Fiscal, si no había criterios para ello, nada indicaba, ni justificaba el cambio de horario de la muerte de la víctima. ¿Por qué la cambiaron?

Está claro que la data de la muerte sí se cambió, y según Usted, señor Fiscal, no había nuevos razonamientos lógicos que justifiquen ese cambio, lo cual todavía es peor. Y en cuanto a que no se manipula nada, debió ser una ensoñación suya, señor Fiscal, porque esta Causa es el compendio del manual de lo que no debe hacerse en un Atestado Policial, ni en una Instrucción Judicial.

Con las opiniones inducidas, las diligencias incompletas casi absurdas, la redacción de párrafos con declaraciones de los Testigos cambiando lo que habían dicho, e informes mentirosos redactados conscientemente para inculpar a un inocente, a lo mejor no es manipulación, señor Fiscal, sin embargo, se le parece mucho. Cuando tenga tiempo, repase este Juicio y obsérvese cómo se dirige Usted y de qué manera les habla a los Miembros del Jurado. Si eso no es manipulación, señor Fiscal, reitero, le juro que se le parece mucho.

Señor Fiscal, promovieron entre las instancias judiciales y policiales ese cambio horario, para situar en esa nueva franja horaria a Youssef en el lugar del crimen. Eso es así. Eso es lo cierto, y Usted lo sabe.

Recordará que aportó Usted, señor Fiscal, el mismo día del juicio, dos Informes que habían redactado los agentes de la Policía Local de Yaiza. En uno de esos informes ya hemos escrito que informaron del traslado del médico y un enfermero del Centro de Salud de Playa Blanca y está firmado por los dos Agentes actuantes. No hay dudas sobre la veracidad de ese informe.

Sin embargo, el otro Informe, que lo redactó un sólo agente de la Policía Local de Yaiza, no resulta tan verídico, haciendo mención a las características de la sangre. Nos sorprende el Informe de este Policía Local, casi con dotes de forense, con párrafos alusivos a “sangre cuajada”, “estaba frío, rígido…”, cuando nada de esto comentaron, ni siquiera los propios forenses en sus informes. Este Agente de la Policía Local informó de que él estuvo en el lugar sobre las 11:55 horas, apenas unos minutos antes de la llegada del médico del Centro de Salud.

Yo no dudaría de ese Informe, si se hubiera aportado el día 09 de octubre de 2009 junto con el Atestado Policial a la Instrucción. Pero es que ese otro Informe, también se lo envió por Fax la Guardia Civil, señor Fiscal, el día 14 de Marzo de 2011, apenas unos días antes del Juicio. Dudamos de ese Informe que redactó ese agente de la Policía Local de Yaiza, muy a mi pesar, porque cuando las cosas se hacen mal a conciencia, todo sale mal.

Ese Agente de la Local de Yaiza firmó que lo redactó el día 09 de octubre de 2009. No es creíble este Informe, porque todos conocemos que la muerte de don Benjamín Santana ocurrió tres días antes, el martes día 06 de octubre de 2009. Por lo tanto, la sangre que dice que observó sobre las 11:55 horas “el día de la fecha FECHA 09/10/09” , es lógico que esté cuajada y seca, pues ya han pasado los tres días.

Pero es más, el otro Informe que firmaron los dos Agentes, el día 06 de octubre de 2009, lo dirigen al “Sr. Oficial Jefe del Cuerpo de la Policía Local de Yaiza”. Pero este otro Informe, que redactó ese otro Agente, que presuntamente parece redactado de favor y a conveniencia, para desvirtuar la declaración de los sobrinos de la víctima y lo declarado por el doctor del Centro de Salud de Playa Blanca, pues el formato es hasta distinto, está dirigido al “Sr. Agente Jefe Acctal del Cuerpo de la Policía Local de Yaiza”.

Es evidente, que si hubieran hecho los Informes el mismo día, los dos tendrían la fecha del día 06 de octubre y estarían dirigidos igualmente al “Sr. Oficial Jefe del Cuerpo de la Policía Local de Yaiza”, a no ser que los equivocados sean los otros dos Agentes, con lo cual, ya comprenderán que es imposible …

Es muy raro que te equivoques poniendo en la fecha tres días hacia delante. Lo que desgraciadamente induce a no creer en ese otro Informe del Policía Local de Yaiza, que presuntamente se redactó mucho tiempo después, unos días antes del Juicio, para enviárselo supuestamente al Capitán Instructor del Atestado Policial, quien también supuestamente se lo remitiría por Fax a Usted, señor Fiscal.

Con este Informe redactado por ese Agente de la Policía Local de Yaiza, que a lo mejor tiene conocimientos médicos, trataban de justificar lo que el Capitán Instructor del Atestado Policial había estudiado para decirlo en el Juicio a los Miembros del Jurado: “… Luego, a lo largo de las horas, se forma un charco de sangre secundario, que ya sale al pasillo. Eso tardó lo que tarda en fluir la sangre. Tarda varias horas. Ese charco se formaría bastantes horas después, cuatro o cinco horas después.”

Pero señor Capitán, ¿una sangre cuajada y seca, se pone a escurrirse cuatro o cinco horas después? Esto, señor Capitán, no hay quien se lo crea, pues está claro que la cuñada y la sobrina de don Benjamín Santana, estuvieron en ese pasillo entre las 8:15 y las 8:30 horas y no vieron ese charco de sangre. La desgraciada muerte de don Benjamín Santana no pudo ocurrir antes de las 8:30 horas, por mucho que se empeñen en hacernos creer que le asesinaron entre las 6:30 y las 7:30 horas, ya que es imposible que la sangre decida irse de paseo hasta un pasillo, cuatro o cinco horas después de su muerte. El que vino de paseo a Lanzarote, ha sido Usted, Capitán.

¿Pero consta realmente el informe de ese Agente en el Registro de Informes de la Policía Local de Yaiza el 06 de octubre de 2009, aunque se equivocara de fecha y pusiera que lo redactó el 09 de Octubre? ¿Consta realmente el informe de ese Agente en el Registro de Informes de la Policía Local de Yaiza el 09 de Octubre de 2009, que sería la fecha en la que realmente dice que lo redactó? ¿O es que ni siquiera consta ese informe en el Registro de Informes de esa Policía Local? ¿Quién era en octubre de 2009 el jefe de la Policía Local de Yaiza; era un Agente en funciones haciendo de Jefe Accidental, o era un Oficial Jefe? ¿Y quién era en Marzo de 2011 el jefe de la Policía Local de Yaiza, era un Agente en funciones haciendo de Jefe Accidental, o era un Oficial Jefe?

Ese informe es demasiado perfecto haciendo alusiones a la escena del crimen y a las características de la sangre. Lo que no hizo el Forense. Lo que no hizo el Equipo de Investigación. Lo que no recogió en su Diligencia de Levantamiento del cadáver la Secretaria Judicial, ¡mira qué bien, lo hizo un Policía Local! ¿Pero este no es el mismo Agente, que decidió recorrer la vivienda de la víctima, con sus zapatos Callahan, dejando las huellas ensangrentadas por toda la casa y que dijeron al principio que eran las huellas del asesino? (Folio 294 de la Instrucción)

Está demasiado elaborado ese Informe. Como si estudiaran lo que querían hacer constar, con sellos oficiales que incluso sobran. Creemos que presuntamente se redactó en marzo de 2011, un año y casi seis meses después de ocurridos los hechos. Por eso, ese Agente de Yaiza, se equivocó cuando dirigió su Informe al Sr. Agente Jefe Accidental de la Policía Local de Yaiza y le puso el 09 de octubre de 2009, en vez del 06 de octubre, que es cuando en realidad tuvo lugar el desgraciado suceso.

Señor Fiscal. ¿Es que de verdad, Usted todavía no se cree que se la hayan colado por toda la escuadra? ¿Pero Usted, señor Fiscal, de verdad, se lee los informes que tiene luego que defender? Señor Fiscal, Usted no le cree al doctor del Centro de Salud y no le sirve su manifestación, porque no tiene conocimientos forenses, y presentó Usted en el Tribunal, ese Informe de un Agente de la Policía Local, que le había remitido la Guardia Civil, con la fecha de los hechos incorrecta y sin saber a quién lo dirigió, porque ni siquiera sabía quién era su Jefe Local en octubre de 2009, y Usted consideró verídico lo que escribió. ¿Es que este Agente de la Policía Local, sí tenía conocimientos forenses, señor Fiscal?

A lo que se ve, este hombre, profesional de la Fiscalía, valida e invalida documentos a capricho, o mejor aún, según le convenga para salirse con la suya, olvidándose de la Verdad y la Justicia.

Nada indicaba que a don Benjamín Santana le atacaron entre las 6:30 y las 7:30 horas de la mañana. Eso se lo inventaron. Por mucho que quieran justificar que todo lo anterior fueron errores, el mayor error que cometieron, fue el de intentar encajar a la fuerza al inocente como culpable. Decidieron ese intervalo horario, cuarenta días después de una autopsia, cambiando todo lo que habían dicho y hecho, cuando corroboraron que Youssef había dejado Playa Blanca desde las 7:20 horas y había regresado después de las 12:30 horas. Le han culpado de la muerte de esta persona por la cual, ya lo hemos comprobado, no existía ninguna razón, para que ese chico asesinara a don Benjamín Santana.

“No hay mayor Injusticia, que la de la Justicia Equivocada” … CONTINUARÁ.

¿Quién mató a Don Benjamín Santana? (XXII)
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