viernes. 19.04.2024

1.- Tengo que acudir a Lope para hacer mío el comienzo del bello poema. ¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras? Porque a este pobre y entrañable jubileta lo asedian a llamadas, día sí, día también, para preguntarme las cosas más diversas. De una no voy a opinar, aunque no me afecte. De lo demás, lo que quieran. Santi Negrín y Paco Moreno tienen papeletas para la rifa televisiva autonómica, por ese orden. Un señor mayor me para en la continuación peatonal de la calle de La Rosa, desolado: “Yo a usted ya ni lo escucho, ni lo veo, ni lo leo, ¿qué es lo que le pasa?”. Pero de ese tema no quiero opinar, porque ni los propios colegas –o sea, los jubiletas—respetan ya el descanso de uno. No se dan cuenta de que yo ya soy un corredor de bolsa (del pan). Ni saben que mi mujer me echa de casa a las ocho de la mañana para que no le esté destapando los calderos. Sí saben, o deberían saber que todos los jubiletas nos volvemos medio cocineros. O cocinillas.

2.- Ha comprado Cajasiete un soberbio local frente al edificio central de La Caixa. Y me han dicho que por medio (porque La Caixa no vende a otros bancos un local tan bueno y tan cercano) se metió un conocido moro inmobiliario que le compró a La Caixa y le vendió a Cajasiete. Ya hizo lo mismo con otro edificio en Santa Cruz, hace años. Y se ganó no sé si fueron diez millones de pesetas en un día. Éste está a la que salta, como tiene perras y tiempo, pues controla. Un sirio. Lo de Cajasiete es mágico: ha subido como la espuma nuestro único banco canario. Hay que apoyarlo.

3.-Mientras escribo suena de nuevo el teléfono, para la eterna pregunta: “¿Cuándo le veremos a usted, de nuevo, en la calle?”. Y a mí que me gusta el misterio me sale una respuesta un tanto breve, si se quiere, pero que me encanta: “No sé, yo no sé nada”. Y la frase de Lope: “¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?.”

[email protected]

¿Qué tengo yo, que mi amistad procuras?
Comentarios