viernes. 19.04.2024

1.- Cree Fernando Clavijo que con buen rollito y oferta de diálogo va a gobernar con 18 diputados. Ni de coña. Tiene rebelión en Fuerteventura, rebelión en El Hierro, no cuenta con nadie en La Gomera ni en Gran Canaria, en Tenerife hay mucha gente harta de su torpeza, en Lanzarote son ilegales y en La Palma le queda Antonio Castro y su tropa porque le han prometido –a Antonio Ángel– el cargo de diputado del común, en marzo, como les contaba ayer. El PNC me da que tiene un pie fuera porque, que yo sepa, para esta remodelación no han contado con el partido nacionalista de verdad. Me da, porque no he querido –o a lo mejor no he podido— meter bien la nariz en la llaga. El PNC, que es lo único serio que le queda al nacionalismo canario, ha convocado a sus cargos directivos para después de Reyes. Veremos lo que piensan, porque seguramente lo harán público. Mientras tanto, el mochilero sigue con su oferta de diálogo y su canesú, creyendo que un partido es un ayuntamiento. La moción de censura de La Laguna no se la quita nadie. Ahí está el socialista Javier Abréu batallando con unos y con otros, a ver si reúne los votos suficientes para apear a Coalición Canaria (CC) del poder municipal. No es fácil, pero tampoco demasiado difícil. En la corporación lagunera hay algún buen rollito entre CC y el PSOE, según me han dicho maledicentes lenguas. Pero demos a la política lo que es de la política y al amor lo que le corresponde. No mezclemos. No mezclemos, por Dios.

2.- Pero con buen rollito y otros lances más o menos cordiales no se arregla todo. Hace falta más cabeza. El Gobierno que ha nombrado Clavijo, bueno, las cuatro vacantes, es un Gobierno pro-canarión. Tres consejeros nacidos en la provincia de Las Palmas y un gallego. No está mal para Tenerife. Ahora intentará el mochilero contentar a las huestes tinerfeñas con la pedrea de cargos, pero no es lo mismo. Nunca es lo mismo el jefe que sus subordinados. Yo creo que estamos ante la peor crisis de un Gobierno de Canarias y ante su peor imagen. Y ante el más bajo nivel intelectual de un Gabinete en la historia de la autonomía. A ver qué se inventa ahora Clavijo para dialogar con el PP y con el Aseregé de Casimiro y que Román no se le desmadre y que el PNC se le quede, que me da que no, aunque yo no sé nada.

3.- Y luego está la “política exterior” del Gabinete de Fernando Clavijo. La llevada a cabo con los medios de comunicación ha sido un auténtico desastre; pero desastre completo. Para unos, el culo; y para otros, por el culo, dicho sea crudamente. Fernando Clavijo no sabe vender ni su imagen ni lo que hace, a lo mejor porque no hace nada. Ha convertido a algunos medios en sus enemigos, a causa de su actitud chulesca y de su parcialidad en el trato hacia otros. Nunca había ocurrido esto en la historia de la autonomía. Y así le va. En vez de ser un presidente querido por todos se ha convertido en una especie de chiquilicuatre, por su manera de hacer política –yo en el terreno personal no me meto–. Y eso. Podríamos seguir hablando, pero mañana es día de Reyes. Yo sé de algunos que va a recibir carbón.

Que no, Fernando, que no sólo con buen rollito vas a arreglarlo
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