viernes. 19.04.2024

El Partido Socialista de Lanzarote empezaba este viernes, tal como ellos mismos anunciaban, la precampaña electoral, -casi seis meses antes de la fecha oficial de la campaña y mucho antes si echamos mano de la memoria y recordamos todos los acontecimientos sucedidos en los meses previos al final de 2006-, con una conferencia sobre la Ley del Suelo y una comida de confraternización que celebrarán hoy sábado en la Sociedad Democracia de Arrecife. Pero no son sólo los socialistas los que han iniciado su precampaña electoral sino todos los partidos políticos, incluidos alcaldes y consejeros de gobierno.

El ejemplo lo tenemos en las numerosas obras de asfalto que se están realizando sobre todo en Arrecife por parte del Ayuntamiento capitalino. Unas obras que como siempre ocurre cuando estamos antes de unas elecciones se hacen rápido y mal y lo más que provocan son innumerables problemas para los conductores que no atienden a comprender por qué los obreros de las también numerosas obras privadas actúan como si se trataran de policías locales. Desde hace varios días podemos ver cómo los obreros de esas construcciones hacen lo que les viene en gana sin que haya un policía municipal que vigile lo que hacen. Cierran calles sin aviso previo, inhabilitan aceras, dirigen el tráfico, paralizan el normal funcionamiento de la ciudad e incluso causan desperfectos en alguna que otra vivienda.

Una cuestión sobre la que la Corporación capitalina, o mejor dicho el concejal de Obras Públicas, Luis Morales, se limita a decir que el Ayuntamiento no interviene en cuestiones de daños por obras que sólo afectan a particulares y mucho menos si no se tiene constancia de ello, recomendando a los vecinos afectados que se dirijan al Ayuntamiento y no a los medios de comunicación.

De las palabras del edil deducimos que ya no se acuerda de cuando fue un vecino normal y corriente con un problema que tratar en el Ayuntamiento. Debe ser que Luis Morales, ya en otro estadio, se ha olvidado de las dificultades que pasa cualquier vecino de la capital para acceder a un Ayuntamiento que es de todos y que está para servirnos a todos, incluidos los particulares. Debe ser que el Ayuntamiento no ha recibido múltiples quejas, -una media de cinco denuncias al día según el concejal de Alternativa Ciudadana, Ginés Quintana, y muchas según el jefe de la Policía Local, José Antonio Lasso Tabares-, de todo esto que estamos denunciando sin que haya puesto las medidas para solucionarlo, porque además esas denuncias, tal como explicó Lasso Tabares a nuestra compañera Erika Curbelo, pasan por personarse, hacer el informe de la inspección ocular pertinente y remitir dicho informe al Ayuntamiento, lo que quiere decir que éste al final recibe esas denuncias.

Vamos a ver don Luis, aparte de que una denuncia en los medios tiene más efecto que en un Ayuntamiento donde no le hacen mucho caso o “pasan un Kilo” como afirma Ginés Quintana, y usted lo sabe mejor que nadie, en este caso fuimos nosotros, los medios, los que nos dirigimos a la zona interesados por la situación que se estaba produciendo en el barrio de La Destila. Y fue precisamente allí cuando un redactor y un fotógrafo de este medio conocieron de primera mano la lamentable situación de este conocido y señero barrio capitalino. Supieron que están hartos de escuchar un día si y otro también las ofertas de grandes empresas de construcción que quieren derribar sus viviendas para construir grandes edificios y supieron que una pala mecánica había derribado una vivienda en la zona provocando graves daños en una vivienda contigua.

Pero es que esa misma vecina, señor Morales, había denunciado ante la Policía Local, o lo que es lo mismo ante el Ayuntamiento, los desperfectos ocasionados en su vivienda por el derribo de la obra anexa, asegurando a este mismo periódico que la empresa constructora no le mostró los permisos pertinentes para llevar a acabo el derribo, y argumentando además que ha tenido que hacer uso de sus propios productos para frenar la constante salida de ratas; roedores, por cierto, que también han aparecido en Titerroy, en los aledaños de los contenedores de basura situados en la antigua farmacia del barrio. Pedimos desde aquí al Ayuntamiento que de vez en cuanto revise todos estos temas pues causan mucho malestar entre los vecinos.

Creemos que está bien que se hagan obras, públicas me refiero, pero se deben hacer con el tiempo suficiente. La legislatura consta de cuatro años y no se puede dejar todo para los últimos seis meses. Ahora, dentro de unos meses, empezarán también las inauguraciones, como si la gente no conociera ya el ‘juego' que se traen los políticos de dejar todo para los meses previos a las elecciones. Sabemos también que no se puede hacer nada para impedir el constante fluir de obras privadas en la capital de la Isla, pero sería conveniente que desde el Ayuntamiento se exigieran todos los requisitos necesarios y se pusieran los medios para que no se produzcan los problemas que se vienen sucediendo en las carreteras capitalinas.

Precampaña electoral y otras consideraciones
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