miércoles. 24.04.2024

1.- El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Mitt Romney , se ha mostrado partidario de que las ventanillas de los aviones puedan abrirse, como las de los coches. Esta soberana estupidez la comentó Romney ante unos comensales que habían pagado más de 39.000 euros por cubierto para recaudar fondos para su campaña. Que se sepa, ninguno abucheó al conferenciante, se ve que por allí no había pilotos, ni ingenieros aeronáuticos. Las ventanillas de los aviones no se pueden abrir, sencillamente porque se vendría el avión abajo inmediatamente si el aparato volara a más de 3.000 metros de altura, al producirse la despresurización de la cabina. Si el avión volara más alto, todos los pasajeros morirían congelados. Imaginen ustedes a un tipo de estos ejerciendo de presidente de los Estados Unidos. Mucho peor que George Bush , el borrachuzo que nos metió en la guerra de Irak, que ni nos iba ni nos venía. Esta soberana memez ha dejado con la boca abierta a los no menos memos (pero ricos) que han colocado ahí a Romney, para que se cuele en la Casa Blanca. Y, desde luego, se lo están poniendo bastante fácil a Barack Obama , que no digo yo que sea una lumbrera pero tiene un pico de oro y es, desde luego, más listo que Romney como de aquí a Nueva York.

2.- Imaginen ustedes que el republicano salga elegido y se ponga a ordenar a las compañías aéreas que instalen picaportes en las ventanillas de sus reactores. Todo parece responder a que la mujer de Romney tuvo un percance aéreo en un avión privado, cuyo piloto tuvo que tomar tierra en emergencia, porque se llenó de humo la cabina. A lo mejor de ahí le viene la neura al candidato republicano. No se sabe lo que opinarán las compañías aéreas; estarán cruzando los dedos para que no salga elegido tremendo patán. O matriculando a sus aeronaves en otro país.

3.- Las encuestas dan ganador a Obama, pero nunca se sabe. Yo siempre pongo el ejemplo de Bush, hijo. Si un tipo como éste puede llegar a ser presidente de los Estados Unidos, cualquiera puede serlo. Es tan gafe el tío que mandó a sus hijas a Santiago de Compostela, como final de recorrido del Camino de Santiago, y a las dos les robaron las carteras, a pesar de la presencia, custodiándolas, de miembros del Servicio Secreto. No fueron capaces de calcular que un carterista español supera en imaginación a los más sofisticados sistemas inventados para la protección de las personas en cualquier parte del mundo. Evidentemente, los agentes no se habían acercado a la novela picaresca y bien que les hubiera ido estudiársela. El Mosad lo ha hecho. Por Dios, que Romney no salga elegido.

[email protected]

Por Dios, que no salga elegido
Comentarios