1.-Excelente, pero excelente, el retrato que Carmen Rigalt hace hoy en la última página de “El Mundo” de Juan Fernando López Aguilar. Pocas veces he visto un perfil tan atinado, compartido, por motivos distintos, con Rosa Díez. El relato de las andanzas de Juanfer y de su carácter es de una lucidez espléndida, por lo que intuyo que, per se o por terceros, debe conocerlo muy bien. Termina así el perfil: “Su actual peregrinaje por los medios de comunicación, atendiendo a todos los periodistas que le requieren, sólo se explica por lo mucho que le gusta dar el turre. Más le habría valido enviar un comunicado a los medios y encerrarse con un libro de autoayuda sobre cómo ganar amigos e influir en la gente. La política siempre puede esperar”. Carmen Rigalt, en muy pocas líneas, le ha tomado la matrícula a este personaje, cuya vida política ha terminado, diga el Tribunal Supremo lo que diga. Quien a hierro mata no puede morir a sombrerazos.
2.-Ya dije no sé cuándo que los realities habían tratado el asunto este fin de semana, o que lo iban a tratar, y efectivamente. En el programa de Sandra Barneda le dieron un buen repaso, aunque una tal Beatriz Talegón, sectaria como es habitual en ese partido, se ve que fue comisionada por el PSOE para defender a Juanfer. Quedó en ridículo. Y todos, menos el propio López Aguilar en sus actuaciones políticas, y con sus rivales políticos, estamos de acuerdo en lo de la presunción de inocencia. Esa presunción que él ahora reclama con tanto afán y que nunca ejerció, jamás, con la gente a la que atacaba sin piedad. Pero les hablo de otra cosa, de la entrevista que, con las canciones de su vida, le hizo María Teresa Campos a Esperanza Aguirre, candidata del PP a la Alcaldía de Madrid. Programa: “Qué tiempo tan feliz”. Con lo lametosa que es la Campos cuando quiere, ni una sonrisa y tratando a Esperanza de usted, cuando la presentadora citada tutea hasta al papa. Esperanza a ella, de tú. Se veía que era una entrevista que María Teresa –que es apologista del PSOE– no quería hacer, que le fue impuesta por el canal probablemente. Una entrevista incómoda para ella. Esperanza Aguirre, que es una auténtica señora, le dio una lección: no se descompuso, no cayó ni una vez en las burdas trampas de su entrevistadora, no perdió la compostura. Todo un curso de finura, de elegancia y de saber estar. La verdad es que la otra me ha desilusionado; pensé que sabía separar la paja del trigo, la ideología de la profesión. Y no, me equivoqué.
3.- Magnífica la entrevista que Carmelo Rivero le hace hoy, en el “Diario de Avisos”, a Jerónimo Saavedra. “El canario es mal pensado y envidioso. Gran defecto nuestro. Propio de un territorio aislado, insular. El no aceptar, el ver como un enemigo al hombre que triunfa por sí mismo en Estados Unidos es elogiado; aquí es automáticamente denostado”, ha dicho Saavedra. Yo me considero amigo y, desde luego, admirador de este hombre bueno, inteligente, uno de los políticos más valiosos de la Transición y de la democracia española. Felicito a Carmelo por la entrevista, buenísima. Y Jerónimo se mostró tal y como es: valiente, conciliador, un canario de una integridad extraordinaria, que está por encima de muchas cosas. Encuesta: el mismo periódico, que los domingos está sembrado (hace falta un esfuerzo para ponerlo a la altura el resto de la semana) publica una encuesta de TSA, con 2.779 entrevistas. Me da que la mano de CC se ve por alguna parte, pero esta formación alcanzaría entre 14-17 diputados (tiene hoy 21); 11-14 el PP (tiene también 21); 11-14 el PSOE (tiene 15); 5-6 Podemos; 5-6 Ciudadanos; 5-7 Nueva Canarias (tiene 3, con el PIL); y entra Casimiro, con uno. Bueno, no me creo que el PSOE se mantenga tan bien, ni que CC obtenga esos resultados con los líos que tiene. Guardaré el papel para confiar o no en los encuestadores en el futuro.