1.- Huy, les tengo que hablar de política, con lo poco que me gusta. ¿Sabían que hubo elecciones europeas el domingo último? Yo no fui a votar. Y no fui porque no creo en los que se presentaban. Ni en unos ni en otros. Y porque no tenía ganas de salir y porque me acojo a mi derecho de no quitarme el pijama. Me han dicho que hay un partido de la izquierda despampanante que se llama Podemos, que se ha situado a un punto con veintidós de Coalición Canaria. ¿Será posible? Yo no sabía que CC se presentaba a estas elecciones, aunque había visto a un tal Morales lanzarse en parapente. Creo que todavía está volando. ¿A quién se le ocurre presentarse para sumarle votos a CiU y al PNV, si no me han dicho mal, y no salir sino éstos? Piénsense las cosas antes de hacerlas. Yo sé que esto no es significativo, pero que CC, o lo que sea, haya quedado como quinta fuerza en Santa Cruz y La Laguna a mí me da mal fario. A este paso Podemos presenta a la Heidi en uno de estos dos municipios y gana.
2.- Yo no saco conclusiones de unas elecciones a las que la gente casi no va a votar. Los que se quedan en casa, como yo, somos los euroescépticos. Una casta que no cree en las intenciones de quienes se presentan, así que no los elegimos y menos después de oír -no escuchar- las mariconadas esas del PSOE de la acusación sin tino como único argumento de su campaña; o de ver a Montoro haciendo campaña electoral con esa carita de Topo Gigio . Lo siento, no voto. No voto porque no me da la gana.
3.- Además, estaba muy ocupado yo analizando la victoria de mi Real Madrid frente a los colchoneros de Simeone , esos que se tiran al suelo y que siempre ganan por 1-0. Pues se llevaron cuatro, por torpes y por cobardes y por churrentos. Ahora todo el mundo es del Atlético, hay fiebre; o sea, que vamos nosotros y les metemos cuatro y todavía se quejan de que el árbitro les descontó cinco minutos. Pocos fueron, porque los de rayas estuvieron más en el suelo que de pie. El árbitro holandés, excelente, lo que hizo fue parar el crono cada vez que perdían tiempo. Lo que no se atreven a hacer los referees españoles. En fin, que sentí alivio no yendo a votar y me pensaré lo que hago en las próximas, aunque sean distintas. Las siguientes son de andar por casa, nos quedan más cerca. Perdonen que les hable hoy de política, pero no me queda otro remedio. Por lo del domingo.