martes. 23.04.2024

Un educador social acusado de abusar de una menor que vivía en un piso tutelado ha sido juzgado este jueves en Santa Cruz de Tenerife. La joven de 20 años fue presuntamente violada cuando tenía 16 y residía en un piso tutelado gestionado por el Instituto de Asistencia Socio Sanitaria (IASS), dependiente del Cabildo de Tenerife. El Ministerio Fiscal pide 15 años de cárcel para el procesado, Juan Andrés A.L., por un presunto delito de agresión sexual y el pago de una indemnización de 12.000 euros.

Otros cinco menores residían en el piso tutelado para jóvenes con problemas leves de conducta ubicado en La Laguna cuando ocurrieron los hechos. La denunciante, Jennifer G.R., vivió en este hogar desde que tenía 14 años hasta que cumplió la mayoría de edad. Pocos días después de cumplir los 16 años en diciembre de 2003 y enero de 2004, la adolescente salió al menos tres veces a solas con el educador social que entonces tenía 31 años.

El acusado reconoció que la noche vieja de 2003, recogió a la menor en casa de su abuela a las 3.00 horas y la llevó en su coche a la playa de Las Teresitas de Santa Cruz de Tenerife, "a celebrar el fin de año". Los dos regresaron al piso tutelado sobre las 7.00 horas. También la víspera del día de reyes salieron solos la presunta víctima y el procesado, algo que "no era habitual" según declaró Juan Andrés en el juicio celebrado este jueves en el Palacio de Justicia de Santa Cruz de Tenerife.

La tercera ocasión en la que salieron juntos la menor y el educador social fue la noche del 8 de enero, fecha en la que según la adolescente se produjeron los hechos. Después de cenar en el McDonald's el acusado habría llevado a la adolescente en su furgoneta a la zona de aparcamientos de la playa de Las Teresitas. Una vez allí, conminó a la niña a trasladarse a la parte trasera del vehículo y, con los seguros cerrados, la obligó a mantener relaciones sexuales, pese a los gritos de la menor.

"Aspecto infantil"

El relato de los hechos que hizo el acusado fue totalmente diferente ya que, según Juan Andrés, después de cenar fueron a varios bares en los que él se bebió al menos cinco cervezas. Al no poder entrar en ningún local por el "aspecto infantil" de Jennifer, regresaron al coche que estaba aparcado cerca de la plaza de la Candelaria de la capital tinerfeña, donde permanecieron durante un hora mientras al procesado "se le bajaba el efecto de la cerveza". A continuación regresaron al piso tutelado.

La víctima aseguró en su denuncia ante la Policía Nacional y en su declaración ante el juzgado de instrucción, que la noche de autos, cuando llegó al piso tutelado, le contó llorando a una de sus compañeras lo que había ocurrido. Sin embargo, no fue hasta varios días después cuando la joven denunció los hechos, después de contarle lo ocurrido a la directora del piso tutelado. El acusado lleva suspendido de empleo y sueldo desde que se puso en conocimiento de la dirección lo que había ocurrido.

Durante la declaración ante el tribunal en el juicio celebrado este jueves, la denunciante tuvo dificultad para responder a las preguntas de la Fiscalía, confundiendo el orden de los hechos y la fecha en la que se produjeron. Tampoco recordaba que había ido a un concierto con el acusado, aunque sí tenía rotundamente claro que la llevó a Las Teresitas y la obligó a mantener relaciones sexuales.

El acusado, licenciado en magisterio, sí reconoció haberle enviado un mensaje de texto al móvil a la adolescente en el que le decía "mariposa preciosa te quiero mucho" y que le había tocado el culo con naturalidad durante un juego en la piscina.

Piden 15 años para el educador social acusado de abusar de una menor en Tenerife
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