1.- Personalmente, me alegro del adelanto físico de las páginas de opinión de EL DIA, decidido por su directora/editora. Y más me alegraría si esta página fuera la Tercera, como Tercera es la de ABC y como noble es la página donde se contienen los comentarios editoriales de los principales periódicos del mundo, mucho más cerca del principio que del final. Conste que en su día no me desagradó que en el nuevo diseño se retrasaran las páginas de opinión, pero como el diseño, inexorablemente, se va deteriorando con los meses y con los años, adelantarlas me ha parecido un acierto. Yo no protesto nunca en mi nombre, pero me alegro de esta decisión de Mercedes , que ya me había comentado el otro día, camino de San Isidro. O sea, que muy bien. Y ahora quiero hacer un elogio del periódico y del periodismo, tantas veces profesión de robaperas y otras tantas muy digna profesión. Un periódico que se mantiene tan arriba en una época tan difícil. Yo estoy muy orgulloso de aportar un grano de arena a este gran proyecto, que no va a morir aunque algunos lo quieran matar.
2.- Otros creen que cualquier cambio sería como traicionar la memoria de José Rodríguez Ramírez , el gran director, editor y amigo que se fue. Eso es no conocerlo. José Rodríguez era un innovador. Y los que lo conocimos bien lo sabemos. Como buen hombre de palabra mantuvo las grandes líneas que heredó de su tío y fundador; pero con otros criterios llevó a EL DIA a una posición de privilegio dentro de la prensa regional; una posición que, a pesar de los malos tiempos, se mantiene. Yo no conocí a nadie más honrado que Pepe Rodríguez. Por eso rezo cada día por él, aunque decirlo parezca inmodesto. Nunca había sentido más la pérdida de un amigo que confió en mí y mantuvo su confianza durante tantos años, a pesar de la obsesión de algunos por interrumpir ese afecto.
3.- José Rodríguez entregó su confianza a su hija Mercedes para que condujera esta nave, tan difícil de llevar por mil circunstancias adversas del periodismo de papel actual. Él dejó muchas líneas trazadas, pero los tiempos cambian y los testamentos periodísticos han de interpretarse conforme a cada época. Los criterios de don Leoncio eran de su tiempo; los de José Rodríguez, del suyo. Legaron la honradez, el deseo de servir a la tierra, el patriotismo. Nada más y nada menos.