sábado. 20.04.2024

Por Andrés Chaves

1.- Ayer presentó en esta casa Pepe Díaz Herrera su último libro. "Pedro J . Ramírez al desnudo" no es una biografía del director de "El Mundo", sino una radiografía de la sociedad político económica española desde la Transición. Para muchos, la Transición ha terminado; para Pepe Díaz Herrera (Santa Cruz de Tenerife, 1950), no. Dije ayer que el mérito no está sólo en el dato, sino en la memoria para recordarlo y en la habilidad para encajarlo. Y es cierto. Al margen de que el archivo del autor es muy bueno y de que se lo ha currado, reunir y hacer coincidir las piezas de un puzzle tan amplio y en ocasiones tan abyecto se me antoja tarea para un titán. Es muy difícil hacer, en cuarenta líneas de ordenador, un resumen del libro. En torno al personaje se da cuenta de cierta historia de España que nadie ha querido revelar. Una historia contemporánea que Pierre Vilar hubiera despachado en un folio, pero Pierre Vilar subía a los cielos, no bajaba a las cloacas. Los historiadores nunca bajan a las cloacas, que para eso estamos los periodistas. Las alcantarillas están llenas de estas cosas. De miserias, de triunfos pírricos, de puñaladas, de navajeros y de personajillos efímeros y de memorables sinvergüenzas. Pepe ha culminado un trabajo de chinos que primero fue pensado como un análisis de las empresas periodísticas de este país y luego encontró una vía de escape en uno de sus capos -Pedro José-; y por ahí tiró hasta que dejó en pelotas al personaje y a su paisanaje atronador.

2.- Dios, cuántas tramoyas montadas cerca del poder y del dinero. Cuántos personajes de opereta girando en la feria de las vanidades, en torno a los palacios, a los bancos, al glamour, a eso que llamaban, en la Transición, labeautiful people. ¿Por qué siempre hemos de acudir a términos anglosajones pudiendo zanjar el tema en una rotunda "gente guapa"? Disquisiciones semánticas al margen, "Pedro J. Ramírez al desnudo" es un libro bien elaborado, tan elaborado que en algunos párrafos falla el estilo literario. Pero no le pidamos tantas cosas a un informe brillante, con muy pocos errores -que yo haya al menos captado-, realizado por un periodista valiente, al que muchos toman por más que valiente; yo no, que soy un viejo amigo.

3.- Pepe Díaz Herrera no sólo ha escrito con detalle de escribano una historia apasionante sino que la ha adornado con tal cantidad de datos que hasta abruma. Quizá por eso quienes lo han querido llevar a los tribunales han fracasado hasta el momento. Me da que la mano de un personaje atado a él con una soga, el muy místico Mario Conde , le ha soltado muchas información. Pepe me ha dicho algo terrible: teme tanto la gente (no Mario Conde) a Pedrojota que aún muchos años después de "aquello" -y "aquello" es todo lo que les afecte- se resisten a hablar. No pronuncian palabra. Se turban cuando son preguntados. España está ardiendo por dentro, siempre lo ha estado. Es un fuego subterráneo, como el de las Tablas de Daimiel. Por eso el autor se ha tenido que sacar el carné de bombero de cloacas.

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Pepe Díaz Herrera
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