miércoles. 24.04.2024

Fotos: Dory Hernández

La actriz Penélope Cruz proseguía este martes en la playa de Famara el rodaje de Los abrazos rotos, a las órdenes del director Pedro Almodóvar. Durante la mañana numerosos técnicos pertenecientes al equipo del manchego acondicionaban uno de los bungalós de la urbanización conocida popularmente como Los Noruegos para dar paso a una nueva escena del film, todo ello bajo la supervisión del cineasta español, quien velaba porque todo estuviera tal y como responde al guión de la película.

Junto al equipo de rodaje se encontraba presente la última actriz “fetiche” de Almodóvar, Blanca Portillo, quien llegó a la Isla el lunes para rodar la que es ya su segunda obra a las órdenes del manchego. Las dos mujeres, que vestían atuendo informal con vaqueros, camiseta y apenas maquillaje, llevaban en sus manos apuntes, previsiblemente el guión de la película que debían repasar. El viento, por lo menos esa mañana, parecía querer darles una tregua.

Portillo saludó afectuosa a miembros del equipo técnico. A cierta distancia un grupo de curiosos observaba la escena. Decenas de personas, entre cámaras, maquilladores, iluminadores, decoradores y técnicos de sonido, por sólo citar algunos, ponían todo a punto para comenzar una nueva toma. Los muebles se apiñaban en el exterior así como toda clase de artículos que luego conformarían el decorado. Subido al techo del apartamento un joven recibía varillas de madera de manos de otro auxiliar. En la puerta, varios operarios conseguían hacer entrar un sillón cama.

El rodaje de Los abrazos rotos, aunque en principio previsto para dos semanas, se alargará, previsiblemente y según fuentes de la productora, hasta el 14 de junio de la próxima semana por circunstancias del rodaje. Con toda probabilidad Famara será escenario de nuevas tomas durante estos días.

Cabe recordar que el reparto de esta historia de amor lo integran Penélope Cruz, Lluis Omar, Blanca Portillo y Rubén Ochandiano. Los escenarios del rodaje han sido, entre otros, la rotonda de la Fundación César Manrique, en Tahíche, y el Mirador del Río.

La enorme curiosidad suscitada por la llegada de Almodóvar y su troupe a la Isla provocó que el jueves pasado actores y director ofrecieran una rueda de prensa en el Hotel Meliá Salinas de Costa Teguise, recinto en cual también se hospedan, donde Penélope recordó que su mejor amiga, la también actriz Goya Toledo es de Lanzarote.

La elección de la Isla no parece casualidad para una película que el propio director califica como atribuible a su “etapa de director adulto”, una etapa de “cine dramático”, más en la línea de “Todo sobre mi madre” o “Hable con ella”, que de sus primeros largometrajes provocadores, rodados en plena “movida madrileña”.

En una cinta de dos horas y media de duración, “la Isla es una protagonista más”, explicaba el director manchego en la pasada rueda de prensa, francamente fascinado por “el misterio” que rodea todos los paisajes. La paleta de colores que la madre naturaleza ha esparcido por rincones de inigualable belleza, “unos colores que no he visto en ninguna otra parte del mundo”, como dijo el oscarizado cineasta. “Es una isla dónde la naturaleza misma actúa como personaje, esos paisajes enormes. A mí siempre me inspira algo sobrenatural”, añadió.

El misterio de Lanzarote es también para Almodóvar dramatismo. “Dramatismo del mar de lava, de los colores negros” que se integran en la naturaleza. “Paisajes que son como estados de ánimo”.

Penélope Cruz, en Los Noruegos de Famara a las órdenes de Pedro Almodóvar
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