Por Mare Cabrera
Ahora resulta que el que parecía supernuez es un Don Nadie.
Estupefacta me hallo, sorprendida y asombradita. Ahora resulta que Pamparacuatro "no guta", ahora Pamparacuatro "caca".
Ahora resulta que los jueces que sustituyen en la instrucción de un caso a otro ponen su labor profesional a los pies de los caballos.
Ahora resulta que para proteger a nuestro defendido particular ponemos en duda toda una investigación judicial. ¿Vamos nosotros a enseñarles cómo hacer su trabajo a los jueces?
Ahora resulta que amparándonos en la denominación de origen de “jueces estrella”, que nunca he entendido por otra parte pese a conocer su procedencia y la diana donde se dirige, podemos desprestigiar, porque sí, toda una levantada de cimientos, ese escándalo que supuso ver el Ayuntamiento de Arrecife patas arriba y que a muchos esperanzó. No porque nos alegremos del mal ajeno, cuidado, sino porque nos preocupamos del futuro de todos.
Ahora resulta que la filtración de las escuchas telefónicas, el sumario y demás era partidista. Pero, cristiano, cuando uno quiere sacar la mierda de los demás es probable que termines enseñando tus vergüenzas.
Aquí lo sabe más de uno, imputado ahora por chivato.
Si yo publicara lo que escucho de la gente, lo que hasta puedo llegar a pensar de muchos, me caería la de Cristo. Así que por puro instinto de conservación elijo el silencio. Me dan igual los buenos deseos por escrito que he tenido oportunidad de leer, toda esa parafernalia periodística vendida al mejor postor. Esto no hace sino desmoralizar al personal, desencantarnos con la justicia y asquearnos.
Algunos que yo me sé están encantados con haberse quitado de encima al malo de Pampa, y aquí como de costumbre se salvan los cuatro de siempre.
