jueves. 28.03.2024

Por Cándido Marquesán Millán

Los resultados electorales de las recientes elecciones del 9-M me sugieren una serie de comentarios. La idea extendida por expertos politólogos de que a los españoles no les interesa la política se ha desvanecido, si tenemos en cuenta el alto porcentaje de participación, (75,32%). Esta circunstancia podría deberse a que esta campaña electoral ha sido de las más duras y tensas de toda la reciente democracia española, por lo que la ciudadanía se ha visto empujada inexorablemente a ejercer su derecho al voto.

Los grandes beneficiados han sido los dos grandes partidos, hecho propiciado por la gran trascendencia que han tenido los debates de Solbes-Pizarro, y Rodríguez Zapatero-Rajoy en la campaña electoral.

Se ha producido el triunfo indiscutible del PSOE, aunque sin alcanzar la mayoría absoluta, algo que entraba dentro de lo previsible, si tenemos en cuenta toda la legislación social aprobada en los últimos 4 años y la buena marcha de la economía. Es posible que estos aspectos positivos hayan sido contrarrestados en determinados sectores de la sociedad por su política territorial y antiterrorista. También en estos buenos resultados ha contribuido el voto útil. Parece que el miedo a la llegada del PP, ha propiciado una recepción importante de votos de Izquierda Unida y de Esquerra Republicana por parte de los candidatos socialistas. Aunque este dato habría que matizarlo. El PSOE ha incrementado sus votantes en unos 38.000. Izquierda Unida ha pasado de 1,3 millones a 963.000 votantes. Y Esquerra Republicana de 652.000 a 296.000. Por tanto, si el PSOE ha recibido numerosos votos de Izquierda Unida y Esquerra, habrá sido a costa de haber perdido votantes del 2004. Este dato parece claro.

El otro partido, el PP, cuyo candidato aspiraba a ocupar el Palacio de la Moncloa, ha salido derrotado. Se podrá argumentar que ha aumentado los votos, el número de diputados, mas la realidad desagradable asoma, que por segunda vez ha sido vencido por el PSOE. Es cierto que ha incrementado sus votos alrededor de 400.000, aunque sería interesante averiguar su procedencia. Entiendo que habrán sido captados en el centro político, ya que a su derecha es imposible, ya que no hay nada. Entiendo que Rajoy y todo su equipo debieran llevar a cabo una profunda reflexión sobre cómo encarar el futuro político de su partido. Un candidato derrotado en dos ocasiones seguidas, no parece un buen bagaje para unas próximas elecciones. No obstante, doctores tiene la iglesia, aunque es previsible que haya luchas fratricidas. Un dato a destacar es que en el balcón de la calle Génova, en la noche electoral no estuvieron presentes ni Esperanza Aguirre ni Ruiz Gallardón. De las victorias todos quieren ser partícipes. No ocurre lo mismo con las derrotas. Es así el juego político.

Han salvado los muebles los partidos nacionalistas moderados como el Convergència i Unió que ha aumentado en un diputado su representación, aunque ha tenido 60.000 votos menos. El PNV ha perdido 1 diputado, pasando de 7 a 6, y con 115.000 votos menos. CC-PNC ha perdido representación, pasando de 3 a 2, con 71.000 votos menos. En cuanto a los partidos nacionalistas radicales los más perjudicados han sido: Esquerra Republicana, que ha pasado de 8 a 3 diputados, por lo que ya han tomado determinadas decisiones, al abandonar el gobierno de la Generalitat, Joan Puigcercós, para dedicarse a las tareas estrictamente de partido; la CHA aragonesa que se ha quedado sin su representación, al perder 47.000 votos; e igualmente le ha ocurrido a E.A. que ha perdido su diputado, con una reducción en votos de 30.000. El BNG con 2 diputados y NA-BAI con 1 se mantienen prácticamente igual.

Estas elecciones han sido letales para Izquierda Unida. También era previsible, si tenemos en cuenta la indefinición de su programa, así como el haber sido Gaspar Llamazares el mejor portavoz del Gobierno socialista. Las decisiones no se han hecho esperar, ya que Llamazares no se presentará a las próximas elecciones. La coalición no da más de sí y necesita replantearse su futuro. De esta debacle sacará beneficio Gaspar Llamazares, que no tardará mucho para llamar a la puerta del Partido Socialista. Allí le espera López Garrido entre otros compañeros que han contribuido a dinamitar la coalición.

La consecución de un escaño por parte de Rosa Díez, también es digno de destacar, aunque habrá que estar a la espera en cuanto a su consolidación en próximas elecciones.

En definitiva, Rodríguez Zapatero ha sido refrendado electoralmente por la ciudadanía, para que siga llevando adelante su proyecto político. Así de clara la conclusión, tal como están manifestando destacados periódicos europeos y americanos.

Paisaje después de la batalla electoral
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