viernes. 29.03.2024

PROBLEMAS Y SOLUCIONES PARA EL PARTIDO POPULAR

El PP no atraviesa por su mejor momento. Mientras en el ámbito nacional algunos se quejan del inmovilismo de Rajoy y exigen cambios, en lugares como Lanzarote no se van a quedar de brazos cruzados. La queja por una situación similiar provocada por Francisco Cabrera en San Bartolomé ha llevado a la dirección insular a tomar decisiones, la primera de las cuales era, hasta que se ha frenado, crear una gestora en el municipio que ahora gobierna el PSOE

No corren buenos tiempos para el Partido Popular (PP). En España siguen pendientes de las múltiples fórmulas de pacto que está buscando el socialista Pedro Sánchez para intentar conformar Gobierno. Mientras, en Génova existe una corriente muy fuerte que gana adeptos día a día en la que se cuestiona el inmovilismo de su líder y presidente, Mariano Rajoy, tanto en el intento de tratar de buscar apoyos para que no se repitan las elecciones en junio y gobernar en los próximos cuatro años aunque sea en minoría como en la forma de actuar con contundencia en asuntos como el de Rita Barberá u otros temas vinculados con la corrupción. En Canarias, siguen recuperándose del mal resultado que obtuvieron en las generales (mejor eso sí que en otras comunidades autónomas) y recuperándose sobre todo del hecho de que Coalición Canaria (CC) ha dado por terminado su flirteo y se ha entregado de lleno a jurar y mantener fidelidad con sus actuales socios, el Partido Socialista (PSOE).

A pesar del relato, es obvio que en el PP existe margen de mejora. Aunque casi todo el mundo entiende que debe pasar por los cambios, unos cambios de los que huye el actual presidente como huiría de la peste si algún día llamara a su puerta.

Crece el convencimiento entre muchos, la mayoría de los cuales no se atreve a expresarlo en público por el carácter presidencialista de la formación (salvo el caso de José María Aznar, que como presidente de honor se permite el lujo de atizarle a su sucesor cada vez que tiene oportunidad), de que la solución pasa por conformar un nuevo grupo con un nuevo líder, alguien que ofrezca a la ciudadanía una imagen fresca y distinta, alguien a quien no se le pueda relacionar con los bárcenas, las púnicas o las gúrteles. ¿Lo van a conseguir? Es poco probable. En el caso de que se repitan las elecciones en junio, que todo apunta a que será así, parece difícil que sea otro el candidato a presidir el Gobierno que no sea Rajoy. Si es así, según las propias encuestas internas que tienen los populares, el resultado sería muy parecido al actual; habría, por así decirlo, un crecimiento poco notable, aunque se volvería a ganar. ¿Es suficiente para conformar gobierno? Podría ser, si como se intuye el PSOE obligaría entonces a su líder Pedro Sánchez a dejarse de experimentos y a permitir que gobernara en minoría la lista más votada.

El PP de Lanzarote

¿Y qué ocurre en el PP de Lanzarote? Lo que ocurre en el PP de Lanzarote es que ha habido y sigue habiendo, como en el resto de formaciones, una pequeña batalla interna, entre los que han sido y siguen siendo fieles a la actual presidenta, Ástrid Pérez, y los que de un modo u otro quieren terminar con su mandato y con el poder que ha tenido en los últimos años.

Entre los que no se llevan con Pérez hay dirigentes destacados, que además, y como casi siempre, cuentan con el apoyo de José Manuel Soria, como es el caso del ex senador Óscar Luzardo o el ex diputado nacional y actual portavoz en San Bartolomé, Francisco Cabrera. Ambos, como es sabido, se han quedado muy tocados tras no conseguir repetir el éxito que ya tuvieron en 2011, cuando uno fue elegido por la mayoría de los lanzaroteños para estar en la Cámara Alta y otro entró en el quinto lugar de la exitosa lista provincial que lideraba el propio ministro de Industria en funciones.

Tras las elecciones generales ha habido también periodo de reflexión. En el caso de Cabrera ha sido demasiado amplio, según entienden sus compañeros de San Bartolomé. Y ahí empiezan las soluciones a los problemas. Según ha podido saber este diario, es más que probable que la dirección insular del PP cree el lunes de esta semana una gestora en ese municipio. ¿La razón? Que sus integrantes están cansados del inmovilismo de su presidente, un Francisco Cabrera que entienden que ha abandonado por completo sus funciones en un municipio donde el PP cree que puede obtener buenos resultados en un futuro no muy lejano.

Como han adelantado a Crónicas miembros de ese Comité, al menos 11 de los 15 representantes que tienen han expresado de forma escrita sus discrepancias con la gestión que se está llevando hasta ahora. No entienden que en todo 2015 sólo se convocaran dos reuniones para abordar los numerosos problemas que tiene el municipio, como tampoco entienden que la actividad en 2016 haya sido prácticamente nula. De hecho, se quejan de que la única reunión que se ha convocado haya sido varios meses después de las elecciones de diciembre para analizar los resultados de unas generales sobre las que ya había poco que analizar.

La situación llegó a oídos de la dirección insular del partido hace tiempo. Antes incluso de la campaña de las generales ya se conocía el descontento del Comité con su máximo responsable, al que veían dedicado casi en exclusiva a sus funciones como diputado nacional y abandonando por completo lo que tiene que ver con sus vecinos más cercanos. A pesar de conocer el problema, no ha sido hasta ahora cuando han decidido tomar cartas en el asunto y hacer algo.

Y lo que van a hacer no es otra cosa que convocar este lunes una reunión para crear una gestora que termine de una vez con la situación actual, que pueda generar la ilusión necesaria para que haya más movimiento y para que los pocos integrantes que todavía permanecen activos en el Comité actual no se terminen yendo por puro aburrimiento. Como ya hicieron en Arrecife, la dirección que dirige Astrid Pérez prevé poner al frente de la gestora a alguien que sustituya a Cabrera y que llegue con más ilusión y más ganas de relanzar al Comité, para lo cual se han barajado varios nombres. Todo, si como también se intuye que puede pasar, no se producen movimientos tendentes a paralizar una apuesta que es probable que se entienda perfectamente en Lanzarote pero que no encuentre el cariño necesario fuera de sus frágiles fronteras. Vamos, que lo mismo hay una contraorden y todo queda en nada, salvo en el derecho a la pataleta expresado por unos integrantes del Comité que están ciertamente cansados.

Última hora

Como sospechamos al adelantar la información, finalmente el PP decidió aplazar la creación de la gestora que en principio se iba a poner en marcha este lunes. Fuera de la Isla no se ha debido ver bien el asunto, no porque no haya razones entre los que se quejan de la necesidad de reactivar un Comité que les puede dar mucho en el futuro, sino porque parece que no es el momento. Ahora, de lo publicado no hace falta corregir nada: el malestar existe, y las ganas de cambiar las cosas en la actual dirección de los populares lanzaroteños también.

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