sábado. 20.04.2024

Una imagen en ocasiones vale más que mil palabras. Es lo que se puede pensar contemplando las fotografías que acompañan a este artículo, en las que se puede ver a la mayor parte de los integrantes de la cúpula dirigente del Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) reunidos en un bar de Titerroy. Las imágenes fueron captadas por las cámaras de Canal (L), televisión en la que posteriormente se ofreció toda la información que se esconde detrás de este encuentro.

La reunión estuvo encabezada por el presidente del PIL y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Arrecife, Antonio Hernández, quien estuvo acompañado de otros destacados miembros, la mayoría integrantes también del grupo de gobierno de la Corporación capitalina, como Emilia Perdomo, José Miguel Rodríguez o Ubaldo Becerra.

Aunque no hay comunicación oficial al respecto, lo cierto es que ya es un secreto a voces el malestar que existe en el PIL por la forma en la que camina el actual pacto con el Partido Socialista Canario (PSC). ¿Quiere decir esto que estamos en la antesala de una ruptura? Pues posiblemente, puesto que no se están dando las condiciones mínimas exigidas por los independientes para que las cosas funcionen como en un principio estimaban que debían funcionar.

A lo largo de las últimas semanas los dirigentes del PIL han ido lanzando advertencias en los diferentes medios. La revista Lancelot recogía recientemente en su portada unas declaraciones de María José Docal en las que advertía de que el ritmo que están llevando los socialistas y el que llevan ellos es absolutamente diferente. Algo parecido dijo esta semana en Canal (L) el vicepresidente del Cabildo, Fabián Martín, quien prefirió echarse la culpa y echársela a sus propios compañeros antes que crear más conflictos con sus socios, lo que no impidió que volviera a hablar del ritmo lento de trabajo en las dos principales corporaciones de la Isla y lo que no impidió sobre todo que recordara que en su partido están esperando todavía una petición de disculpa por parte de Juan Fernando López Aguilar por compararles con el Cártel de Medellín.

Pero las principales tensiones se están viviendo sin duda alguna en el Ayuntamiento de Arrecife. Allí, tanto Antonio Hernández como Enrique Pérez Parrilla han tenido fuertes encontronazos a cuenta del Plan General de Arrecife. El más importante cuando al concejal de Urbanismo le intentaron pasar por encima al incluir en una Comisión de su departamento un punto que significaba, una vez que se aprobara en pleno, la retirada definitiva del Plan. Finalmente Hernández y el PIL reaccionaron y los socialistas tuvieron que resolver el problema llamando al orden a su propio alcalde, y comprometiéndose a través de un documento oficial con la firma de su secretario general, Manuel Fajardo, a retirar ese asunto del orden del día del pleno.

Desde entonces las cosas no han sido iguales, mucho menos con el buen ambiente que se respiraba después de que socialistas e independientes se erigieran como claros ganadores de las elecciones locales.

Por si la falta de sintonía en el trabajo y alguna que otra zancadilla no fueran suficientes, en el PIL sigue escociendo y mucho lo que entienden que fue una auténtica tomadura de pelo y una tortura psicológica a su líder, Dimas Martín, al que un día informaron de que se le había concedido el tercer grado y que por tanto podría abandonar durante el día la prisión de Tahíche para horas después decirle que todo había sido un error. Un error que es evidente que no van a olvidar, sobre todo porque coincidió con la celebración ese mismo fin de semana del congreso socialista en el que se elegía a Juan Fernando López Aguilar como secretario general de la formación. Había motivos para sospechar.

Según informó Agustín Acosta en el programa El Chinchorro de Canal (L), hace un par de semanas aproximadamente se produjo un encuentro entre el presidente del PIL y el vicesecretario general del PSC, Francisco Hernández Spínola, encuentro en el que los independientes fueron muy claros sobre las condiciones que se tenían que dar para que continúe el pacto. Pasado el tiempo, parece que ninguna de esas condiciones se han cumplido, y el PIL podría terminar estallando.

Hay que tener presente, además, que el PIL cuenta con la posibilidad cierta de pactar con Coalición Canaria (CC) y Partido Popular (PP), obteniendo de golpe y porrazo el control de todas las instituciones de Lanzarote, incluyendo el histórico feudo de Tías, mientras que los socialistas, por su mala relación y por su agresividad durante la campaña, prácticamente no tienen posibilidad alguna de llegar a acuerdos con CC que les pudieran garantizar la permanencia en las instituciones en las que ahora gobiernan.

Según ha podido saber este diario, de producirse algún movimiento importante sería a lo largo de los próximos días. Cualquier cosa es posible en estos momentos, aunque en la reunión de Titerroy parece que se dejaron las cosas bastante claras.

PIL y PSC, ¿ruptura a la vista?
Comentarios