sábado. 20.04.2024

Me Acuerdo, como siendo niño iba al circo, y en la puerta de lona abierta siempre había un payaso, el domador o el forzudo que decían ¡pasen, señores, pasen!. La misma sensación he tenido al ver el espectáculo dado en el Parlamento Nacional y en la Comunidad de Madrid, por los que “presuntamente” dicen representarnos a todos. No solamente han faltado gravemente al respeto de las Instituciones, también a toda la ciudadanía y como no, a ellos mismos con sus lamentables actuaciones.

Asimismo, pensaba que había agotado mi capacidad de asombro, pero aprecio que no. Resulta verdaderamente desesperanzador para un ciudadano, que habiendo visto, lo que se vio por televisión claramente, que no era otra cosa que el Ministro Bono en medio de ella y apabullado por varias personas, con intentos de agresión incluidos. Yo, de haber sido Bono, y teniendo en cuenta la envergadura física de ambos presuntos, les arreo una leche que les quito el cuento de arriba, no como Ministro, más bien como persona. Pero Bono no es así, y por tanto deja la acción de castigo a la Justicia, “ciega dicen por cierto”, la cual usando términos “Políticamente correctos”, condena a dos policías por Detención Ilegal, o sea, que los culpables son los policías por arresto indebido y otras tropelías presunta y judicialmente ilegales.

Yo sinceramente me pregunto, ¿dónde han estado estos jueces, estos policías y estos políticos del PP? cuando hemos visto y sufrido cantidad de arrestos, agresiones y detenciones, tanto antes de esta presunta Democracia, como después, y no por intentar agredir a un Ministro, solamente, por solicitar unas condiciones laborales algo más dignas, o para impedir que cierren nuestra fabrica por algún raro motivo que no comprendo relacionado con la productividad y competitividad. Pues bien, considero de cobardes aplicar justicia de forma injustificada solamente contra los débiles e indefensos ciudadanos, y sin embargo, se solicita la aplicación máxima del Código Penal, cuando se han visto involucrados dos presuntos militantes del PP, pidiendo incluso Dimisiones Ministeriales, del Delegado del Gobierno de Madrid, de Dios y no se sabe de cuantos más. Esto señores es una gran aberración, que lo que logra es que la policía se encuentre atada a la hora de cumplir con su trabajo, que los políticos usen la justicia a su antojo, que los jueces se sientan presionados políticamente al aplicar esa Justicia ciega de la que presumidos, y que la ciudadanía desconfié con razón de políticos, jueces y policías.

No quiero una Justicia ciega, quiero una Justicia que tenga muchos ojos y muy bien abiertos, que nunca los cierre a la hora de aplicarse, y sobre todo, que no pueda ser manipulada por nadie, ya que la aplicación de la justicia jamás se puede convertir en injusticia, aplicarse de forma desproporcionada, o buscar chivos expiatorios entre los más débiles y desprotegidos, para demostrar así que estamos ante un Estado de Derecho.

En la situación política que se encuentra España, y con todos los problemas que existen, parece que la nunca asunción por parte de la Derecha “la económica, la del corazón y la cartera”, de que pueden intentar gobernarnos otras opciones, es lo que origina este Acoso y Derribo continuo hacia el Gobierno Electo. Ya les dio resultado anteriormente, ahora lo pretenden nuevamente, y siempre será de la misma forma y manera.

Respeten las decisiones del Pueblo manifestada en la Urnas, déjense de traspiés y procuren aportar ideas e iniciativas que nos saquen de la miseria en que vivimos, ya que solamente así, saldremos todos adelante, incluso ustedes derechosos de siempre y hasta la eternidad.

Para quitarle hierro y mala milk a estas reflexiones, quisiera contar un chiste: resulta que en épocas anteriores iba en la guagua, una familia, un cura y un cojo. La esposa delante del cura, apretujada, con unas curvas y redondeces que ciertamente incitaban a posarse, el cura sin poderse contener, le mete mano. Se arma la de dios y viene la policía. Todos a la comisaría, a la esposa, ud. porque le ha pegado al cura, yo porque me cogió el culo; al esposo y ud. porque es mi esposa; a la suegra, y ud., yo porque es mi hija; y al cojo, y ud. a lo que contesta, yo como todos le pegaban al cura pensé, que esto había cambiado.

Exijo y confió vivir en un verdadero Estado de Derecho como promulga nuestra Carta Magna, con la aplicación tan necesaria de lo que decía el Dr. Couturé en su Decálogo VIII. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho, en la Paz como substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.

PASEN, SEÑORES, PASEN
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