Se ha publicado los usos y abusos del inmueble de la confederación de empresarios de Lanzarote que aún, ¡qué suplicio! , preside Don José y que adquiere especial gravedad luego de las declaraciones de Don Gerardo Fontes, Presidente de Aetur, en las que nosotros no vamos a entrar ni salir pero si que debemos manifestar que si ponen manifiesto, de ser ciertas, que hay comportamientos repudiables que requieren respuestas contundentes de parte o por parte de los asociados y explicaciones públicas de parte o por parte de los beneficiados. Por cierto que nos soplan al oído que en algunas oportunidades se utilizaron los locales de Felapyme con fines análogos a los denunciados por Gerardo Fontes. Queremos aclarar que la cosa, al respecto, va de rumor y por ello no hacemos acusaciones de ninguna índole. Con todo y con el beneficio de la duda hemos de confesar que ya no sabemos que hacer para respirar aires de decencia con intensidad para vitalizar el cuerpo delicadito de esta Lanzarote de nuestros amores y de muchos pecados inconfesables. Por lo que vemos no hay quien pida responsabilidades y lo absurdo se convierte en práctica normalita. Así no nos debe extrañar que aquí, en está isla nos caguen las tórtolas, garzas, garcetas y sus descendientes.
En otros campos de la actividad humana, se cuecen habas en medio de una penosa complacencia pecaminosa, perversa y por tal repudiable sin que se tomen las medidas necesarias para atajar estos y otros males. Así las cosas el “pintidilla”, el “ladilla” y el “chorrillo” continúan haciendo de las suyas amasando fortunas sin que nadie les ponga en su sitio o sease en el talego.
