jueves. 28.03.2024

El Partido Socialista Canario-PSOE de Lanzarote hacía pública este miércoles una nota informativa relacionada con la sorprendente dimisión vía e-mail del urbanista y redactor del Plan Territorial Especial (PTE), con la que de alguna manera se metía aún más el ‘dedo en llaga' de la situación insostenible que vive el Cabildo de Lanzarote y que la sufrimos a diario todos los lanzaroteños.

En ella, a pie de página, y después de criticar las declaraciones que la presidenta, Inés Rojas, realizó en Londres, a donde había acudido para promocionar a la isla de Lanzarote en la World Travel Market, una de las ferias de turismo más importantes del mundo junto con la de Fitur y la ITB (Bolsa Internacional de Turismo) de Berlín, expresaba su deseo de que este nuevo episodio, perfectamente estudiado probablemente por una parte de los socialistas, se recondujera desde la prudencia, añadiendo una vez más que los socialistas apostaban de manera decidida por la gobernabilidad y estabilidad de las instituciones. Unas palabras que ya parecen el estribillo de una canción de tanto que se han repetido a lo largo del poco más de un año que llevan gobernando juntos en el Cabildo nacionalistas y socialistas.

Sin embargo, no quedaba ahí la cosa, pues se continuaba diciendo, como si de un ‘sermón' se tratara, que la estabilidad no puede pretenderse a cualquier precio, simplemente enmascarando los problemas y las diferencias, sino que la estabilidad dependerá, -ahora ya con amenaza- , de la capacidad de dar cumplimiento a los acuerdos programáticos que llevaron a conformar el actual pacto de gobierno.

La pregunta es qué acuerdos van a cumplir los nacionalistas si los mismos socialistas se encargan de ponerles zancadillas en el camino para que no se lleven a cabo. El ejemplo lo tenemos en la dimisión vía e-mail del encargado del Plan Territorial. ¿Ha sido una renuncia personal o en ella ha habido cierto asesoramiento de los socialistas, ideología con la que el técnico simpatiza, para provocar el revuelo que se ha formado en el Cabildo y que finalmente la presidenta del Cabildo no tuviera más remedio que firmar los decretos de ceses de esos consejeros? O quizás la oportunidad ha querido que precisamente la renuncia de Prats haya coincidido con el momento más crítico de un pacto que ya empezó mal y que nunca se ha repuesto porque alguno de los partidos que conforman el mismo no ha querido así sea.

No lo sabemos, pero lo cierto es que la situación actual del Cabildo es insostenible, al igual que la situación del propio Partido Socialista, dividido claramente en dos bandos. Lo ponía de manifiesto este lunes el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Tías, José Antonio Gutiérrez, quien se quejaba de la falta de diálogo y de que no hayan hablado más nacionalistas y socialistas para llegar a un consenso en torno al Plan Territorial Especial (PTE), calificando la dimisión de Prats de mala para Lanzarote.

Resulta curioso que pesar de que desde Tías nunca se ha estado de acuerdo con el contenido del Plan Territorial Especial para el municipio y esperan como ‘agua de mayo' esa oferta complementaria incluida en el Plan Insular de Ocio Complementario cuyo borrador se entregará al Cabildo este mismo mes de noviembre, Gutiérrez se sincerara y manifestara claramente lo que pensaba al margen de la nota oficial del PSC.

Pero es que también al parecer en la propia Agrupación socialista de Arrecife se cuestiona la respuesta del PSC a las declaraciones de la presidenta del Cabildo desde Londres, unas declaraciones que ella misma reconoce que algunos sectores han criticado pero que para la titular de la Primera Corporación de la Isla están claras porque “soy la presidenta y por eso expuse mi opinión”.

En fin, que tanto nacionalistas como socialistas quieren poner fin a un pacto que no ha dado frutos en la Isla y que ha dejado al Cabildo en una situación si cabe más traumática que la de hace poco más de un año cuando el PP confió precisamente en el PSC de Lanzarote, o mejor dicho en su secretario general, Manuel Fajardo, para romper un pacto que había dado una cierta estabilidad y con el que se auguraban ciertas mejoras para Lanzarote.

Los nacionalistas acusan a los socialistas de deslealtad, mientras que los socialistas están buscando claramente la forma de que los echen del gobierno aunque ninguno de los dos partidos se atreven a dar el paso por la cercanía de las elecciones y por los reproches que se pudieran dar por parte de unos y otros, pero es preciso hacerlo.

No se puede gobernar a trompicones y a base de evitar zancadillas como si de una carrera de obstáculos se tratara. Es normal que los partidos tengan su propia ideología política y sus prioridades dentro de un pacto de gobierno, pero precisamente por tratarse de un acuerdo entre varios partidos todo eso hay que hablarlo y consensuarlo.

Si no se produce ese diálogo, cada uno va por su lado y, lo más grave, se gobierna intentando ningunear y desprestigiar al otro partido, lo mejor es romper ese pacto y explicarle a los ciudadanía por qué se ha producido esa ruptura, aunque ello conlleve gobernar en minoría durante estos ocho meses que quedan para los comicios sin poder sacar adelante ningún asunto importante para la Isla.

Ayer la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio Ambiente de Canarias (COTMAC) confirmaba lo que todos deseábamos que no sucediera rechazando la exoneración del PTE de la nueva legislación ambiental. Una exoneración que había solicitado el Cabildo para agilizar la aprobación inicial del documento y con la que hemos conseguido el efecto contrario.

Ahora, después de perder un tiempo precioso de tres meses, tendremos que hacer un estudio de impacto ambiental y sacarlo a exposición pública, además de contratar a otro equipo redactor, con lo que es casi imposible que este documento se pueda aprobar durante esta legislatura, dejándose en el mercado las 25.000 camas que desprogramaba el documento, que era el principal objetivo en la elaboración del mismo.

Seamos pues valientes y pongamos las cartas sobre la mesa.

¿Oportunidad o connivencia?
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