martes. 23.04.2024

El patio del Palacio Spínola, sede de la Casa Museo del Timple, en la Villa de Teguise (Lanzarote), acogió este pasado domingo, 21 de julio, una nueva presentación del cuento El sueño de Omar (Ediciones Salitre, 2013), con la narración de la lanzaroteña Cristina Temprano y la traducción simultánea al inglés de Íñigo Castanedo. Acompañados por la música de La banda del cuento y por un numeroso público infantil, cerraron así el Festival del Cuento Contado 'Palabras al Vuelo', actividad enmarcada en la agenda cultural de la IX Universidad de Verano de Lanzarote.

Los cinco movimientos de la suite El sueño de Omar, compuesta por los músicos Tito González y Ayoze Rodríguez, condujeron al público a través de la historia escrita por Fernando Castanedo e ilustrada por Teresa Die. Con música se inició esta narración, interpretada La Banda del Cuento, que integran Marta Curbelo (clarinete), Eugenia Merino (clarinete), Aitor Feo (trompeta), Bruno Muñoz (bombardino), Miguel García (tuba) y Marta Palczarska (percusión).

Música de viento porque es el viento el hilo conductor del sueño de Omar. El que mueve las letras de su nombre alterando su orden y convirtiéndolo en otras cosas o lugares. Primero, notas inofensivas de una brisa. A continuación, el soplo leve de una mañana de verano; y más tarde, notas que volaban rápidas y acompañadas de percusión a lomos de un vendaval o un torbellino.

En su sueño, el viento lleva a Omar en volandas a Roma, a comer moras, le descubre el amor, o la grandeza del mar y la belleza de la luna sobre él. Y ese niño, un niño pequeño tan normal como muchos de quienes estuvieron en ese bonito patio escuchando la narración de Cristina Temprano o comprendiéndola a través de la traducción de Íñigo Castanedo. Un niño como el que todos llevamos dentro.

Con la narración de El sueño de Omar, el Festival 'Palabras al Vuelo' pone un punto y seguido, puesto que esta iniciativa tiene una mirada de largo alcance. Tiene el reto de lograr una programación estable de narración oral en Lanzarote. Quiere seguir revalorizando este arte escénico en una isla donde habitan los cuentos y la necesidad de contarnos.

Omar soñó que el viento jugaba con su nombre cambiando el orden de las letras y lo...
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