jueves. 18.04.2024

Por Andrés Chaves

1.- Se había estudiado, pero no con tantos medios científicos. Los canarios descendemos de los bereberes. Nuestros primeros pobladores lo eran, aunque la colonización española y portuguesa reemplazó a la población de varones adultos --fueron casi exterminados, pero quedaron mujeres y niños-- y, como consecuencia del exterminio, los genes europeos ganaron terreno a los africanos, concretamente a los aborígenes. El estudio que confirma estos y otros extremos de nuestra historia como pueblo ha sido realizado por un equipo de científicos de la Universidad de La Laguna y publicado en "BMC Evolucionary Biology". Los científicos querían hallar el grado de pervivencia en la población actual de los caracteres genéticos de la población primitiva. Se analizó el cromosoma Y (transmitido por varones) de los aborígenes de Canarias. Los expertos pretendían saber "en qué momento se produjeron los marcadores norteafricanos en la población, si ya existían o llegaron a través de los esclavos", ha dicho Rosa Fregel , una de las investigadores del Departamento de Genética de La Laguna. El estudio indica que se desconoce si los primeros habitantes de las islas fueron traídos a la fuerza o vinieron espontáneamente. Examinado el ADN de cadáveres enterrados en la iglesia de la Concepción, los investigadores concluyen que el componente norteafricano es mayor en los linajes maternos que en los paternos. Común en las conquistas: un contingente de invasores mata a los indígenas varones y la población se forma con conquistadores masculinos e indígenas hembras.

2.- Muy interesante el trabajo de los científicos de la Universidad de La Laguna. La procedencia bereber de nuestra población aborigen era un hecho constatado, aunque no con tal certeza científica. Cuando el hallazgo de la piedra Zanata (1992) se creyó haber encontrado el eslabón perdido de nuestro origen africano, ya que inscripciones halladas en la propia piedra hacían pensar en una estrecha relación de los primitivos habitantes de las islas con los zanata. Las críticas hacia estas teorías costaron la salud al investigador Rafael Muñoz , ya fallecido, arabista prestigioso. Los expertos no se ponían de acuerdo sobre la autenticidad de la pieza arqueológica e incluso se dijo que la piedra fue adquirida a un alemán, vendedor de recuerdos falsificados. Hoy, la piedra Zanata se encuentra en el Museo Arqueológico y sus inscripciones están a disposición de los investigadores que lo deseen. Pero lo que han hecho los científicos de la Universidad de La Laguna va mucho más lejos, ya que se trata de pruebas de ADN, con una fiabilidad casi del cien por cien. Lamentablemente para nuestra supervivencia como pueblo, ese mismo estudio revela que el linaje europeo en la población canaria representa, hoy en día, más del 90%. Sin embargo, otros autores, como Francisco García-Talavera , paleontólogo y presidente de los Museos del Cabildo de Tenerife, cree que ese linaje europeo es mucho menor y que la herencia guanche es más fuerte de lo que revela este estudio. En todo caso, se ha creado una corriente social muy fuerte que desea reivindicar ante la historia y ante nosotros mismos el papel de nuestros antepasados, masacrados por los conquistadores bajo bandera de Castilla, cuando no hechos prisioneros y vendidos como esclavos por toda Europa.

3.- Yo me siento muy orgulloso de la historia de mi familia y de su origen bereber. Un árbol genealógico publicado muy recientemente, en facsímil, por Museos del Cabildo de Tenerife (fue presentado el pasado viernes), legado del investigador de Buenavista Nicolás Díaz Dorta , confirma lo ya publicado por el profesor Juan Régulo Pérez en su Nobiliario de Canarias. Francisco de Chaves , capitán portugués originario de la tierra de Escoples, casó con una joven guanche cristianada con el nombre de Catalina Hernández de Tacoronte . Juan Régulo la sitúa dentro de la "familia real indígena". Díaz Dorta no tiene dudas de su relación sanguínea con el mencey Bencomo , acaso el más famoso y valiente de los reyes guanches. No habiendo duda de que por mis venas corre sangre guanche y portuguesa, he seguido los pasos, con mucha paciencia, a mis antepasados sucesivos, desde aquella unión. Lo tengo todo y algunas cosas son muy curiosas. Un día las cuento, pero antes debo sacar esos apuntes que en mis continuas mudanzas (me he cambiado de casa más veces que Juan Ramón Jiménez ) han ido dando bandazos por cajas y gavetas. Para conocer la tierra de mis antepasados portugueses viajé dos veces a Chaves, localidad situada cerca de Verín (Orense), municipio portugués relativamente importante. El escudo heráldico de la ciudad es el mismo que el de mi familia. Encontré también algunas referencias a aquel soldado que llegó aquí con Fernández de Lugo , a participar en el genocidio, pero que sin embargo se quedó en la isla de Tenerife, espero que arrepentido de la masacre. Los guanches, pues, proceden del Norte de África. Sus descendientes labran como nadie la plata y su blancura contrasta con el color oscuro de la piel de los habitantes de otras regiones del actual Marruecos. Todavía quedan muchos misterios por desvelar, pero la noticia -ya constatada por métodos científicos- del origen bereber de los canarios primitivos es un paso muy importante a la hora de encontrar todas nuestras identidades.

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Nuestro origen bereber
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